Un nuevo brote de botulismo vuelve a causar la muerte de aves en la laguna de A Congorza

Vigo.

La delegación de la Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia (ADEGA) en Vigo ha alertado sobre la muerte de varias aves en la laguna de A Congorza, en Cangas, a causa del botulismo. A lo largo de las últimas semanas, personal técnico de la Consellería de Medio Ambiente, vestido con EPI, explican, ha sido visto retirando de esta laguna cadáveres de ánade real (Anas platyrhynchos). En concreto, se han contabilizado entre diez y quince ejemplares. Este suceso ocurre apenas unos meses después de que finalizara un brote similar.

Recuerdan que a principios de agosto del año pasado, la laguna de A Congorza fue precintada tras varios días de aparición de patos muertos. En aquel momento, la causa de la mortalidad era desconocida, barajándose entre otras la gripe aviar, lo que motivó la recogida de muestras de agua para su análisis. Sin embargo, los meses pasaron y más patos continuaron apareciendo muertos, sin que la Consellería de Medio Ambiente enviara a ningún técnico.

No fue hasta noviembre, apuntan, cuando finalmente se determinó que la causa era la toxina botulínica tipo C. Para entonces, denuncian, ya no quedaba ningún ánade vivo en la laguna. Fue entonces cuando el Servicio de Patrimonio Natural activó un protocolo de actuación para controlar el brote, y la consellería prometió iniciar reuniones con todas las partes implicadas para lograr la restauración ambiental de la laguna. No obstante, hasta el día de hoy, la Consellería de Medio Ambiente ha hecho poco o nada al respecto y, casi un año después, la situación se repite.

Un espacio natural degradado y sin protección

La laguna de A Congorza, también conocida como laguna de Massó, es una laguna costera de agua dulce de unos 6000 m² de superficie, situada en la Punta Balea. Constituye un hábitat de altísimo valor por su singularidad en O Morrazo y está incluida en el Inventario de zonas húmedas de Galicia. Rodeada de vegetación palustre y especies arbóreas como sauces y laureles, se trata de un enclave de gran importancia para la avifauna, al igual que el resto del espacio natural de Punta Balea.

Lamentablemente, la superficie de la laguna está completamente cubierta por un manto verde debido a la incontrolada proliferación de la lenteja de agua (Lemna minor). Esta situación es consecuencia de la eutrofización de las aguas por un aporte excesivo de materia orgánica, atribuido principalmente a filtraciones del sistema de saneamiento y a los aportes de pan para alimentar a los patos. Esta densa cobertura vegetal impide la penetración de la luz, rompiendo el equilibrio del ecosistema acuático y provocando su deterioro.