De las operaciones relámpago a la guerra de trincheras
Marco Garcés inicia con Betis y Athletic las negociaciones por Borja y Unai

MADRID, 04/05/2025.- El entrenador del Celta, Claudio Giráldez (i), habla con su jugador Borja Iglesias tras el partido entre el Real Madrid y el Celta este domingo en el estadio Santiago Bernabéu en Madrid. EFE/ Ballesteros / Ballesteros (EFE)

Vigo
Después de un mes tan frenético como el de junio, Marco Garcés y el Celta son conscientes de que, tras los ataques relámpago y operaciones rápidas, ahora toca guerra de trincheras y de preparar la táctica con mucha paciencia y precisión. No todo va a ser a la velocidad de este primer mes tan intenso. El mercado cerrará nuevamente ya iniciada la Liga. El pasado año Marcos Alonso fue la gran sorpresa y noticia del final del mercado estival. Desde ya mismo se ha iniciado una batalla más psicológica y táctica entre los intereses cruzados de Athletic, Betis y Celta con dos nombres clave: Unai Núñez y Borja Iglesias.
El Celta tiene claro que Unai Núñez no cuenta para Claudio Giráldez; Valverde lo quiere sí o sí para la exigente y peligrosa temporada con Champions incluida. Pero el Athletic quiere jugar con los tiempos para intentar llevarse a Unai gratis a cambio de asumir su ficha, mientras el Celta es partidario de que pueda haber una cantidad compensatoria. Los vascos prefieren reactivar una nueva cesión sin opción de compra obligatoria y el Celta apuesta por otra fórmula bien diferente sabiendo que el regreso de Unai a Balaídos cada vez es más utópico. Como no podía ser de otra forma, el Athletic tiene paciencia y el Celta ha llamado al jugador a filas para la pretemporada. Es el club vasco el que tiene que programar la Champions en una temporada que comenzará en unos días. Para también es el Athletic el que sabe que el que tiene el problema es el Celta.
El caso de Borja Iglesias es similar pero cambiando las tornas de las intenciones. Es el Betis el que sabe sobradamente que el Celta quiere a Borja y Borja quiere jugar en el Celta. Ambos tienen formalizado un preacuerdo contractual para los próximos años caso de llegar a un entendimiento con el Betis para su rescisión o ampliación de cesión hasta finalizar contrato. Al Panda le queda un año de contrato y el Betis necesita liberar masa salarial sí o sí. Pero los verdiblancos quieren sacar tajada y ya han dejado caer que “la temporada que ha hecho Borja Iglesias hace que tengan que valorarlo también con un traspaso”. El Betis piensa, para empezar a negociar, en una cantidad de aproximadamente 4 millones de euros.
Tirando muy por alto para ver si, además de quitarse la ficha del santiagués, puede sacar una cantidad importante del traspaso. El Celta será el que tire de paciencia porque sabe que Borja quiere jugar en Vigo, que el acuerdo contractual no sería un problema y, además, no tiene ya las prisas de otros momentos ya que ha cerrado el fichaje de Jutglá y ya tiene un nueve contrastado para Claudio. Y ahí entrarán en juego las habilidades negociadoras, las prisas y los miedos de tener que comerse las fichas elevadas de ambos jugadores. Después de la velocidad de vértigo de junio, llega la pausa y el pulso negociador. La guerra psicológica y la guerra de trincheras. Salvo que alguno de los tres agentes decida no esperar para contentar a sus entrenadores. Los tres equipos tienen que jugar Europa y los tres necesitan tener cuanto antes a sus plantillas definidas.
Marco Garcés también tiene que torear estas semanas con los casos de Carles Pérez, Aidoo o Manu Sánchez. Tres nombres que están marcados en la Operación Salida pero que, por ahora, poco movimiento se ha producido. Sin olvidarnos de cerrar Bryan Zaragoza en estos próximos días o intentar cerrar el tira y afloja con el Como por Starfelt.