GND Studios, una fábrica de talento musical lejos de la gran ciudad

Ferrol

Su experiencia le ha servido para ejercer como fiel escudero de otros músicos, de faro para los que están empezando y de inspiración por su faceta de compositor, pero al polifacético Mateo Bruquetas le faltaba otro pilar en el que sustentar su gran pasión: convertirse en productor y moldear ideas desde su propio estudio.

En un emplazamiento escondido en la zona rural de su comarca, el ferrolano, por ejemplo, ya guía desde su centro de operaciones a nuevos valores como Javi Dovi, un paisano que ha llamado la atención en redes sociales, donde ha empezado desde cero después de tener clara su Santísima Trinidad: C. Tangana, Sen Senra y Alizzz.

De su pupilo subraya su papel como guitarrista, aunque se formó para tocar el contrabajo, y sus inicios en torno al country, pero el salto lo da hacia sonidos urbanos y de su mano después de ver cómo el que ahora le orienta, junto a la cantante Sabela Ramil, popular por Operación Triunfo, se subió al escenario del festival O Son do Camiño.

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"Nos hicimos amigos y seguimos en contacto, fui casi la primera persona en la que pensó para producir; acababa de terminar el montaje del estudio y así fue", apunta Bruquetas, que celebra que el cuartel general de su iniciativa, GND Studios, "ya está listo para el que quiera venir".

Ya ha pasado algún productor célebre en la escena madrileña de la música electrónica por su escondite, abierto a "toda la gente que comparta las sensaciones, que seamos afines en la visión musical y en la apertura de miras".

Se reconoce en el retrato de un profesional que tiene, "entre comillas, el defecto de que me gusta todo", pero lo valora como algo positivo: "Nos da un campo de visión muy amplio de la música y podemos hacer muchas cosas en muchos estilos".

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Mateo Bruquetas opina que esa sintonía se percibe "a la primera" porque lo habitual es que las "primeras conversaciones son musicales", sobre discos, canciones o arreglos, y ahí "ya te das cuenta perfectamente de la onda".

Centrado en su propio proyecto, que pretende lanzar "en breve", compagina esa tarea con la misión como particular tutor de Javi Dovi y la de dirección musical en la nueva etapa de otro artista de la comarca ferrolana, Lode, con dilatada trayectoria en el baile y que esta misma semana aparece en el cartel del Big Sound de Pontevedra.

El suyo es un desafío en constante evolución, ya que incide en que el productor "hoy en día no es el ingeniero de sonido, es como un compositor que va arreglando en tiempo real; se usan mucho los medios digitales, con cualquier librería de sonidos puedes hacer cosas increíbles".

"El ordenador es un instrumento más, hay unos canales de comunicación y vas configurando esa composición final", matiza Bruquetas, que descarta miedo por pasar de una rama a otra en su mundo profesional: "Lo veo todo como lo mismo; soy guitarrista, pero me veo como músico en general".

La suya es una aventura que transita por un tiempo de cambios, obligados por una "sociedad que también reclama un consumo más inmediato", una demanda que aboca a una adaptación constante, aunque recuerda que sigue "habiendo álbumes y la gente que tiene concepto de álbum" mantiene esa apuesta.

Cita la "trilogía muy guay" del gallego Sen Senra o su propio proyecto personal, que partirá de un "tema conceptual que abarque varios capítulos, como un álbum, pero hay gente con la que cada tema no está ligado con el siguiente, lo ve más como un tema en sí mismo y que no tenga que estar unido a un álbum".

Es un momento de sencillos y, quizás, de recopilatorios posteriores con esas canciones, lo cual "no deja de ser un álbum, pero no es el mismo concepto que había antiguamente", zanja Mateo Bruquetas, ilusionado con su "estudio moderno" con dos salas, una para grabar únicamente instrumentos en acústico y otra para producir y completar el trabajo.

Él aboga por "una comunicación muy personal" con el artista, al que incluso ofrece "luces de colores para los ambientes que quiera darle", el escenario idóneo para que GND Studios saque a la luz a nuevos valores de una cantera que tiene en la tecnología a su aliada natural.