La calle Sanjurjo de Carricarte se llamará Diplomáticos de Monte Alto
El pleno ha aprobado una moción del BNG con el apoyo del PSOE y la oposición del Partido Popular

Xurxo Lobato

A Coruña
Os Diplomáticos de Monte Alto tendrán una calle en su barrio. El pleno municipal de A Coruña ha aprobado una moción del BNG que pedía la retirada del nombre de la calle Sanjurjo de Carricarte, Alcalde franquista que apoyó el golpe de estado fascista del 36, y su sustitución por el mítico grupo que abanderó como ninguno el movimiento Bravú con el apoyo del PSOE y la oposición del PP.
Los nacionalistas han realizado mención expresa del informe del Instituto José Cornide sobre la retirada de honores a personajes relacionados con la dictadura.
El Concello ha recogido el guante admitiendo la necesidad de cumplir con la Ley de memoria apoyando una moción que se sustenta en un informe que tiene pendiente parte de su aplicación.
El concejal Gonzalo Castro ha subrayado la importancia para la ciudad más popular de referentes como Os Diplomáticos de Monte Alto y hasta se ha acordado del Parrús en los años 90.
El concejal del PP Gobzalo Mora se ha opuesto a la iniciativa y ha defendido a Sanjurjo de Carricarte. Ha subrayado que, precisamente, fundó el Instituto José Cornide aunque, dice, pudo cometer muchos errores "algunos por la época que le tocó vivir".
La moción recuerda que el actual Colegio Torre de Hércules tenía el nombre de Sanjurjo de Carricarte y se cambió con el apoyo de su comunidad educativa. Señala que el cambio sería lo normal en aplicación de la Ley de Memoria Histórica y dan traslado de la propuesta inicialmente lanzada por la Asociación Cultural Alexandre Bóveda.
O Portiño, lugar de memoria histórica
La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica se ha dirigido a la Dirección General de Promoción de la Memoria Histórica para pedir la declaración de O Portiño como Lugar de Memoria Histórica. Una petición que se une a las ya realizadas para el Pazo de Meirás y la antigua Cárcel de A Torre, todavía pendientes de incoación por parte del Estado.
Justifican la reclamación por el intento de fuga en O Portiño en 1937, en plena Guerra Civil, que finalizó con numerosos fallecidos al tirarse al mar o por los disparos de las fuerzas franquistas. También con un paseado, 15 condenas a muertes y otras penas de cárcel desde 15 años hasta la cadena perpetua.




