“Coruña é Montealto con casa ao lado”: Xurxo Souto nos guía por su barrio
En Hoy por Hoy A Coruña, Leila Fernández, visita los barrios de la ciudad para conocer más sobre ellos

De paseo por Coruña: Monte Alto con Xurxo Souto
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
A Coruña
Monte Alto no es solo un barrio. Es un sentimiento. Una forma de entender A Coruña desde la vehemencia, la memoria y la música. Lo dice Xurxo Souto, músico, escritor y vecino ilustre del barrio: “Coruña é Montealto con casa ao lado”. En este recorrido lleno de anécdotas, historia y emoción, Souto nos guía por los rincones más simbólicos de su barrio natal.
Un barrio con identidad propia
Desde a Rúa da Torre hasta o Alto da Vixía, Monte Alto ha forjado una identidad única, rebelde y popular. “Aquí está a Torre de Hércules, o cemiterio, a antiga cadea… Todo o importante da cidade está en Monte Alto”, recuerda Xurxo Souto.
En tiempos en los que los barrios eran invisibles para la narrativa oficial, surgieron colectivos y voces como la suya y la de Os Diplomáticos de Montealto, el grupo que puso banda sonora a esta parte de la ciudad y la proyectó al resto de Galicia con orgullo y humor.
El corazón comunitario: cultura, memoria y vecindad
Uno de los espacios más simbólicos para Souto es la biblioteca veciñal, levantada por el esfuerzo colectivo de las y los vecinos. “Aquí fixen o meu primeiro cartel co pai de Ana Torreiro. Esta biblioteca é unha mostra do sentimento comunitario de Monte Alto”.
Por las calles resuenan todavía las historias de carnavales libertarios, de la CNT organizando cabalgatas alternativas, de los choqueiros desafiando la represión. Y también las leyendas del muíño de vento da rúa Santello, las medas de trigo que se prendían para guiar a los barcos o las canciones populares que mezclan resistencia y retranca.
El Alto da Vixía: el mirador olvidado
Souto denuncia el abandono de uno de los puntos más mágicos del barrio: el Alto da Vixía, un mirador natural junto a la Torre de Hércules. “Aquí había unha garita que controlaba os barcos que entraban na cidade. Desde aquí víase todo o mar que rodea a Coruña. Este lugar debería ter un letreiro, un sinal. É parte da nosa memoria e do noso patrimonio”.
En este punto, el músico reivindica también el conocimiento marinero tradicional: los nombres que los percebeiros daban a cada roca, a cada ola, a cada rincón del mar. “Ninguén nos conta isto. E é o noso mundo”.
Música nacida del barrio
Los Diplomáticos de Montealto comenzaron ensayando en O Chalé, en la vereda del Polvorín. Luego llegaron otros locales como as ratas y más adelante, la Agra do Orzán. Desde ahí, nacieron himnos como Sentimento Coruñento, que Xurxo canta en esta conversación con pasión y compromiso.
“Orzán, porque sei que nacín do teu afogar, levo dentro a túa sal, morrerei na túa palabra…”
Monte Alto no es solo un lugar en el mapa. Es una forma de estar en el mundo: con orgullo de barrio, con raíces rurales, con conciencia de clase, con humor, con memoria, con ganas de festa, con amor a la ciudad.
Un futuro que no olvide el pasado
Al terminar este paseo, Xurxo lanza una reflexión: “Hai tres emblemas na Coruña: a Torre, as galerías de María Pita e o Alto da Vixía. Este último está abandonado. Non hai dereito. É parte da nosa historia”.
Monte Alto sigue vivo en cada paso, en cada canción, en cada historia. Gracias a Xurxo Souto, lo redescubrimos con ojos nuevos y con una certeza: no se puede entender A Coruña sin entender Monte Alto.




