Los mosquitos de Japón: unos pican y otros no
¿Cómo eligen a sus víctimas? ¿Es verdad que prefieren la sangre dulce? Resolvemos estas y otras dudas sobre los pequeños enemigos del verano

Los mosquitos de Japón han llegado a Galicia
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Lugo
Una semana más, la investigadora Cintia Folgueira viene a resolvernos las dudas más candentes del verano. Esta vez le ha llegado el turno a esos molestos y diminutos visitantes que tocan la corneta en nuestra oreja todas las noches: los mosquitos.
¿Por qué me pican siempre a mí?
Probablemente en algún momento de tu vida te has hecho esta pregunta y Cintia nos confirma que sí: los mosquitos tienen "víctimas favoritas". Y aunque el sabor de la sangre sí tiene algo que ver, lo que más les gusta a los mosquitos son las sustancias que exhalamos, como el dióxido de carbono y los olores que emite nuestra piel con el sudor o la microbiota.
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El uso de perfumes e incluso el color de la ropa también afectan y es que, al parecer, estos pequeños individuos tienen predilección por la ropa oscura.
En cuanto a la sangre, se ha demostrado que los mosquitos tienen cierta preferencia por un grupo sanguíneo en concreto: el tipo 0.
Los mosquitos son más de salado que de dulce
Lejos de lo que siempre se ha dicho, resulta que los mosquitos prefieren el olor de nuestras secreciones cuando comemos alimentos salados o ricos en proteínas, ya que hacen que nuestra piel libere más ácido láctico y esto permite a los mosquitos detectarnos aunque estemos lejos.
Y la comida salada no es lo único que vuelve locos a los mosquitos: según la Universidad de Montpellier, si bebes una cerveza te conviertes en un absoluto manjar para ellos. Esto es porque el alcohol, al aumentar nuestra temperatura corporal, hace que emitamos más dióxido de carbono.
Mosquitos turistas en Galicia
Hace ya unos años que los mosquitos tigre llegaron desde el sudeste asiático para quedarse y disfrutar, a su manera, de los veranos gallegos. Una especie fácilmente reconocible por su estética de "paso de cebra" y por la inflamación que provocan sus picaduras.
Este verano se ha corrido la voz y Galicia cuenta con un nuevo mosquito foráneo: el mosquito japonés, descubierto por el grupo de investigación de control de parásitos (COPAR) del campus universitario de Lugo. Un mosquito no tan fácilmente reconocible pero que ya ha registrado su presencia en A Pontenova y A Fonsagrada.
¿Podemos evitar que nos piquen?
La realidad es que hay que aceptar que convivimos con estos molestos veraneantes, pero sí hay ciertas cosas que podemos hacer para esquivar sus picaduras.
Además de evitar las comidas muy saladas por la noche, podemos utilizar repelentes, ya que desorientan a los mosquitos y nos proporcionan una especie de invisibilidad química. Eso sí, hay que extenderlos bien porque si no, nos picarán en los huecos donde no detecten el repelente.
Las velas y pulseras de citronela también son una opción, pero hay que tener en cuenta que su efecto es a corto plazo, de unos 15 a 30 minutos.
Y aunque siempre es mejor prevenir que curar, no está de más recordar que si nos pican los mosquitos lo mejor es no rascar la zona, por mucho que nos lo pida el cuerpo, ya que así lo único que hacemos es extender la saliva del mosquito, lo que puede provocar infecciones.




