La Muralla cumple 25 años como Patrimonio Mundial y esto es lo que los lucenses proponen para celebrarlo por todo lo alto
Los vecinos de Lugo quieren fiesta, pero que "no se gaste mucho"

Calzada de la Muralla de Lugo / EUROPA PRESS - Archivo (EUROPA PRESS)

Lugo
La Muralla de Lugo está a punto de soplar las velas. El próximo 30 de noviembre de 2025 harán 25 años desde que la UNESCO reconoció al emblema lucense como Patrimonio de la Humanidad. Y como toda efeméride tocará celebrar.
Los lucenses miman a su muralla a diario. Desde paseos nocturnos en verano hasta runners que usan su adarve como lugar de entrenamiento. Perros, niños o abuelos, la Muralla acoge entre sus brazos a todo el que quiera pasar un rato con ella.
La Muralla de Lugo pasará a finales de este año de elemento vertebrador a escenario festivo. Desde el concello se ha confirmado que los actos conmemorativos se extenderán durante varios días, alrededor del 30 de noviembre, coincidiendo con el aniversario oficial.
La idea del organismo local es consultar a los vecinos y vecinas de Lugo sus opiniones sobre qué actos podrían llevarse a cabo durante esta celebración, pero en Radio Lugo nos hemos adelantado.
¿Cómo quieren los lucenses celebrar este aniversario de la muralla?
Las propuestas van desde un concierto de Tanxugueiras o artistas gallegos, hasta puestos de artesanía en la Plaza Mayor o actividades que mezclen la cultura romana y la gallega.
Aunque todos tienen ganas de celebrar, si en algo coinciden las diferentes ideas que rondan por las cabezas de los lucenses es que debe de ser un evento memorable, pero "sin excesos presupuestarios".
25 años no se cumplen todos los días y Lugo quiere celebrar su muralla y su memoria con orgullo y participación. Un aniversario que supone la excusa perfecta para valorar lo que tenemos y proyectar lo que queremos ser como ciudad.
Una Muralla única en el mundo
Construida entre los siglos III y IV, la muralla romana de Lugo es un tesoro del legado romano en Galicia. Con sus más de 2 kilómetros de perímetro, es un símbolo viviente que representa la unión de la historia con la vida más cotidiana de la ciudad.
El 30 de noviembre del año 2000, la UNESCO la reconocía como Patrimonio de la Humanidad, marcando un hito histórico para Lugo. Años más tarde sería también incluida como bien individual dentro del Camiño Primitivo, reforzando su valor cultural y turístico.




