¿Por qué arden los montes en Galicia? Incendios, abandono rural y falta de gestión forestal

A Coruña

En plena ola de incendios forestales en Galicia, con focos especialmente virulentos en zonas como la Costa da Morte o As Neves, se reabre el debate sobre las causas y consecuencias del fuego en los montes gallegos. Para analizar la situación actual, hablamos con Xaime Iglesias, decano del Colegio Oficial de Ingeniería Técnica Forestal de Galicia, que ofrece una visión técnica y experta sobre los factores que explican la propagación de los incendios.

¿Son provocados los incendios? Tipos de fuego y peligrosidad

Aunque muchas veces se asume que los incendios forestales son provocados, la realidad es más compleja. Según Xaime Iglesias, existen distintos tipos de fuego: los de superficie, los de copa y los subterráneos, cada uno con características y peligros distintos.

“Un incendio que alcanza las copas de los árboles es mucho más difícil de atajar. Su superficie continua es elevada y requiere estrategias muy diferentes para su extinción”, explica el experto.

El abandono del monte, un factor clave en la propagación del fuego

Uno de los elementos más preocupantes en la lucha contra los incendios forestales en Galicia es el abandono del medio rural. Iglesias destaca que antes, cuando el uso del monte era más activo, el paisaje estaba más fragmentado, con parcelas cultivadas que actuaban como cortafuegos naturales. Hoy, en cambio, predomina una vegetación homogénea, continua y altamente inflamable.

“El abandono del monte y la expansión de especies como el eucalipto generan superficies más uniformes y peligrosas en caso de incendio”, afirma.

¿Por qué los incendios son ahora más destructivos?

La estadística forestal lo confirma: los incendios son ahora más grandes y destructivos. No solo por las condiciones climáticas extremas —altas temperaturas, viento seco del nordeste—, sino por la falta de gestión forestal activa.

“Aunque haya medios aéreos cercanos, las condiciones actuales hacen que los incendios puedan convertirse en grandes fuegos incluso con tiempos de respuesta rápidos”, alerta Iglesias.

Galicia: una comunidad cada vez más vulnerable a los incendios

La situación se repite en muchas zonas de Galicia. La regeneración descontrolada de especies tras los incendios anteriores, unida a la falta de planificación a largo plazo, convierte algunas áreas en auténticos “polvorines”, listas para volver a arder en cuanto se den las condiciones adecuadas.

Un ejemplo claro es As Neves: tras los grandes incendios de 2007, muchas de las superficies afectadas no han recibido gestión alguna y, a día de hoy, están en peores condiciones que antes del fuego.

¿Qué se está haciendo en Galicia para mejorar la gestión forestal?

Según el decano del Colegio de Ingeniería Técnica Forestal, se han dado algunos pasos en la buena dirección: planes de gestión, clareos, podas, reducción de matorral... pero no es suficiente.

“Tenemos que entender que la superficie forestal está mayoritariamente en manos privadas, y muchas veces estos propietarios no tienen ni los recursos ni los conocimientos para aplicar una gestión adecuada”.

El reto: adaptar la gestión forestal a la Galicia actual

El gran desafío está en repensar la relación entre sociedad y monte, en un contexto donde cada vez hay menos personas vinculadas al entorno rural. Iglesias subraya que no se trata de que no se gestione el monte, sino de que esa gestión debe adaptarse a nuevas realidades sociales y climáticas.

“Falta mucho por andar. Tenemos que dar una vuelta a la forma de gestionar nuestros montes si queremos evitar incendios más graves en el futuro”.

Xaime Iglesias, decano del Colegio Oficial de Ingeniería Técnica Forestal de Galicia, concluye su análisis con una reflexión clara: la prevención es la única vía eficaz para luchar contra los incendios. Y esa prevención empieza por la gestión activa, ordenada y profesional del monte gallego.