La situación del fuego en Quiroga sobre el terreno: edición especial de Hoy por hoy Lugo

Lugo

El incendio que se iniciaba en Larouco, en la provincia de Ourense, es ya el más grande de la historia de Galicia y ha pasado a la provincia lucense. La Cadena SER en Lugo se ha desplazado hasta el puesto de mando situado en la localidad de Quiroga, que lucha contra el avance de las llamas, para informar de la última hora sobre el terreno.

Por los micrófonos de Hoy por hoy Lugo se han pasado a lo largo de la mañana desde los vecinos, que han vivido momentos muy duros viendo las llamas al pie de sus casas, hasta altos mandos de los efectivos desplegados, responsables locales y representantes del gobierno en la provincia.

El alcalde, José Luís Rivera, agradece la labor de todas las manos que no dudaron en remangarse para plantar cara al incendio: "Desde los vecinos, que fueron a buscar paletas para apagar el fuego y estuvieron durante días sin descanso, todos los dispositivos desplegados, y también los voluntarios, los que han hecho bocadillos, porque sin todos ellos habría sido mucho peor".

Los habitantes de los núcleos afectados muestran su profunda tristeza al ver el desolador paisaje, teñido de negro, que deja el paso del fuego por las laderas de las montañas de Quiroga. También al recordar las peores horas del incendio: "Es muy complicado, porque de noche no ves, el humo, el calor, no sabes donde están los demás, no puedes coordinarte, es mucha desesperación". "No solo es el cansancio físico, algunos llevamos muchas horas sin dormir, es que la cabeza sufre mucho", comentan.

Incendios impredecibles

Ignacio Sánchez, jefe del servicio provincial de incendios forestales, explicaba la dificultad que suponen estos fuegos, que se descontrolan apenas cambia el viento y con llamas que se ven avivadas por las rachas de aire y las altas temperaturas. Las horas centrales del día son las peores.

"Lo que más nos preocupa ahora es el incendio que avanza desde León hacia O Courel, y que podría llegar a Quiroga si llega a propagarse", apunta. Señala que es un incendio "muy virulento" y que se aproxima con mucha fuerza. Se está trabajando en la zona para intentar parar su avance, con cortafuegos y medios que trabajan para evitar que se extienda por una zona muy poblada de maleza y vegetación y especialmente escarpada, lo que hace imposible el acceso de medios humanos.

El fuego avanza hacia Parada Seca

Controlados los fuegos que se acercaron a los lugares de Bendilló, Bendollo y hasta otros 18 núcleos que vieron las llamas de cerca, preocupa la situación del entorno de Parada Seca. Los vecinos de este núcleo, situado en lo alto de una montaña, ven avanzar una línea de fuego y humo de la ladera de enfrente.

Entre las dos montañas hay un río y los efectivos antiincendios se afanan en refrescar la zona y limpiarla, para intentar crear un cortafuegos. "Si pasa el río", comentan los habitantes de Parada Seca, "estamos perdidos".

Las llamas llegaron a las casas en Alvaredos

El núcleo de Alvaredos, compuesto por en torno a treinta casas. Durante el invierno son pocos los vecinos que residen en el lugar, pero en pleno mes de agosto casi todas se encontraban ocupadas. Los vecinos pasaron cuatro días intentando parar las llamas y protegiendo las casas, además de hacer guardias por la noche.

Pudieron salvar el conjunto de las casas por poco, pero una vivienda que se encontraba aislada de las demás se quemó. Fue el núcleo de población que más peligró durante el incendio: el terreno quedó completamente quemado alrededor de la aldea. A su paso, el fuego calcinó toda la masa forestal hasta llegar a solamente unos pasos de las casas.

Además, se quemaron los cables de telecomunicaciones e incluso las tuberías de la traída del agua, bajo la tierra. El concello acercó agua a las viviendas para que pudiesen, al menos, ducharse. "Ahora estamos más tranquilos porque el fuego no va a volver, ya no queda nada que arda", explican, pero siguen en "shock".