El agosto de pesadilla de los bomberos forestales

Tomiño

Casi 200 hectáreas han ardido este verano en la comarca del Baixo Miño entre los fuegos de Piñeiro en Tomiño, de A Picoña en Salceda (el más grande con 91 ha.) y de Mougás en Oia. Una cantidad que parece pequeña con todo lo que el fuego se ha llevado por delante en la provincia de Ourense, donde también participaron los bomberos forestales del distrito Vigo - Baixo Miño, entre ellos Xoán Lois Cabreira, quien ha relatado su experiencia en el tiempo de Hoy por Hoy Baixo Miño.

En concreto, se ha centrado en el trabajo que realizó en Seixalbo, Vilardevós y en la parroquia de Pentes en A Gudiña, en los que, en su opinión, más que falta de medios, existió una gran descoordinación durante las labores de extinción. Culpa principalmente a la Xunta de Galicia de este hecho y critica que siga en su puesto la dirigente del PP de Valdeorras que acusó en redes sociales a los brigadistas de provocar fuegos para tener trabajo.

Cabreira reclama que se refuerce la labor de prevención en los montes porque los incendios se producen cada vez más cerca de la periferia de las ciudades, y, por tanto, de las viviendas, lo que aumenta el riesgo de pérdidas humanas y físicas.

También hemos hablado en el programa de este lunes con el presidente de la Mancomunidade de Montes do Baixo Miño, José Antonio Rodríguez, que ha destacado la labor de prevención que han realizado los comuneros con la vigilancia diaria de sus terrenos. Cree que los incendios de este verano han demostrado que existe un diseño del territorio fallido, con una excesiva explotación forestal y un abandono del rural que hacen que los fuegos sean cada vez más voraces. Por ello, reclamo un pacto institucional urgente para impulsar los cambios necesarios.