Condenado a 8 años de cárcel por violar a una joven que conoció en Ponteareas
El acusado agredió sexualmente a la víctima en dos ocasiones y la retuvo en el interior de su vivienda


La Audiencia Provincial ha dictado una sentencia de más de ocho años de prisión para un hombre acusado de agredir sexualmente y amenazar a una joven, a quien conoció en un local de ocio en Ponteareas. La condena, que suma 8 años y 5 meses, se impone por los delitos de violación y amenazas.
Según la sentencia de la sección cuarta de la Audiencia, los hechos se remontan a la madrugada del 4 al 5 de mayo de 2024. Víctima y agresor se conocieron en un local nocturno y, tras pasar la noche juntos, él la invitó a su domicilio. Una vez allí, en una de las habitaciones de la casa, el acusado intentó besar a la joven, quien se negó.
Ante el rechazo, el hombre la arrojó a la cama, la sujetó con fuerza por las muñecas y procedió a agredirla sexualmente. Después de una primera agresión, le arrebató el teléfono móvil y le impidió salir de la habitación, advirtiéndole que "tenía que acabar lo que había empezado" y que lo haría "por las buenas o por las malas".
La agresión continuó con una segunda violación. Finalmente, la obligó a ducharse y la amenazó con que la "iría a buscar" si acudía a la policía. La joven, fingiendo obedecer, huyó de la vivienda tan pronto como pudo y pidió ayuda a su madre y a una amiga.
Sentencia por agresión sexual
El tribunal ha considerado creíble el testimonio de la víctima y ha desestimado la defensa del acusado, quien alegó que las relaciones fueron consentidas. La Audiencia argumenta que la ausencia de lesiones vaginales no excluye la agresión sexual, destacando que la víctima sí presentaba hematomas en las muñecas y el cuello, y que en su cuerpo se encontraron restos de ADN del agresor.
Por el delito de violación, el hombre ha sido condenado a 8 años de prisión y a 6 años de libertad vigilada una vez cumplida la pena. También se le prohíbe acercarse a la víctima o comunicarse con ella por un período de cinco años.
Por las amenazas, se le imponen cinco meses de cárcel y la prohibición de acercamiento y comunicación por dos años y cinco meses. Además, el agresor deberá pagar una indemnización de 10.000 euros a la víctima por los daños morales.




