El ingenio de la publicidad gallega : del "Ratibrom" a los canalones que salvan relaciones

Vigo

El mundo de la publicidad local tiene poco que envidiar a las grandes multinacionales. Y es que donde hay una mente creativa, puede haber un gran eslogan, sin importar el presupuesto. Nos hemos propuesto recopilar algunos de los mejores, empezando por uno que circula por las calles de Ponteareas y que, sin duda, se ha ganado un lugar de honor en esta lista, quizás por su audacia y su cercanía con la realidad:

Uno inédito

"¿Quieres salvar tu relación y no sabes qué hacer? Nosotros tampoco, pero si necesitas colocar un canalón, llámanos." Así reza la parte trasera de una furgoneta de Ventos de Canalones y Techos de Aluminio, demostrando que el humor y la honestidad brutal son la mejor herramienta para conectar con el público.

Matamos por Encargo

Son herederos de otros grandes eslóganes que han marcado a generaciones. Uno de los favoritos, el de Galides, una empresa de control de plagas: "Matamos por encargo". Nunca una frase tan agresiva sonó tan inocente. Su impacto es innegable, ya que quien la ha escuchado, difícilmente la olvida.

Ramón, o Fertimón!

En el apartado audiovisual, un eslogan que tuvo varios capítulos en anuncios televisivos, casi cortometrajes sobre las andanzas de un cura rural, fue el de la empresa de fertilizantes: "¡Exacto! Nos referimos a Ramón, o Fertimón!". Más de una generación ha quedado marcada por este eslogan, que aprovechó la televisión para saltar a la cultura popular.

Vivamos como Galegos

Y qué decir del "¡Vivamos como galegos!" de Gadis, que empezó con su famoso "¡Maloserá!" y que se llegó a convertir en un auténtico himno de pertenencia. En su momento, solo fue superado por las campañas del Celta de Vigo que, con su "Afouteza", crearon un nuevo grito de fuerza y pasión que va más allá de un simple eslogan deportivo.

Ratibrom, nin rata nin rato

Otro que aprovechó el formato audiovisual para calar hondo fue el del raticida: "Ratibrom, nin rata nin rato", un lema tan pegadizo que se instaló en el habla de la gente para referirse a algo definitivo.

De fruta madre

El eslógan de Frutas Nieves, “de fruta madre”, pareciera que había llegado hasta la presidenta de la Comunidad de Madrid, a la que también le gusta la fruta. Sin embargo hace tiempo que no lo usan....

El amor no existe. Se hace.

Un motel del área de Vigo también vio claro su nicho de mercado con aquel “El amor no existe. Se hace”. Poco más que añadir.

Sexo Gratis

Aunque lejos de Galicia, el ingenio publicitario también florece en otros lugares. Hace unos meses, un enorme cartel en San Clemente (España) causó revuelo con la promesa "Sexo Gratis". Al leer las letras más pequeñas entre esas dos grandes palabras, el texto completo revelaba la ingeniosa trampa: "Por la compra de 4 neumáticos, sea cual sea tu SEXO, llévate GRATIS el cambio de aceite". Una campaña de marketing de guerrilla que supo cómo llamar la atención de forma viral.

La lección de las grandes marcas

Todos estos eslóganes locales pueden competir, perfectamente, con los de grandes empresas internacionales, demostrando que la creatividad es un activo que no entiende de presupuestos.

Es el caso del célebre "Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás, MasterCard", que eleva el uso de una tarjeta de crédito a una reflexión casi filosófica. O el de la campaña de Axe "Encuentra la salida", que convirtió los ascensores en un espacio de juego para su marca, demostrando que la creatividad y el ambient marketing pueden llevar un producto más allá de lo convencional.