Claudio se va orgulloso de su equipo: "era un partido para ganar cómodamente"

Vigo

El Celta se va de otra vez de Balaídos con la sensación de que se le han vuelto a escapar los puntos. Eso es lo que considera su entrenador Claudio Giráldez tras el empate "in extremis" de los suyos ante el Girona con un gol de penalti de Borja Iglesias. El entrenador de O Porriño considera que salvo 15 minutos, el Celta fue superior.

“Para mí, es un partido para ganar cómodamente. Hemos jugado, salvo del minuto 15 al 30, un fútbol muy bueno, maniatando la forma de jugar de un rival que le quita prácticamente el balón a todos los equipos de LaLiga. Hemos sido capaces de generar innumerables ocasiones de gol, de todos los colores, jugando por dentro, por fuera, en transición, en balón parado”, expuso el técnico del Celta.

Para Claudio es "mala suerte" que el primer tiro del Girona y casi único, acabase en gol porque el Celta se volvió “demasiado loco”, apretando “sin orden” y queriendo atacar “demasiado rápido, sin tomar decisiones buenas”.

Y es que a pesar de ello, el Celta supo reponerse una vez más y si no llega a ser por la actuación de su portero, cree Claudio que hubieran salido goleados de Vigo.

“Ahí ellos han podido matar el partido, pero luego lo normal hubiese sido meter 4 o 5 goles en el partido. Gazzaniga ha estado soberbio. No hemos estado acertados en la última acción, pero el equipo ha jugado a muy buen nivel”, subrayó el preparador celeste, que no quiso "entrar a valorar" la actuación arbitral.

Giráldez aseguró marcharse “con la misma sensación” que el día del Villarreal, cuando también rescataron un punto en el descuento con un tanto de Borja Iglesias.

“Empatamos al final, pero el partido es para ganar claramente. Este es el camino”, indicó el técnico celeste, quien agradeció los elogios de Míchel porque “sé que lo dice con total honestidad, es una persona muy honesta, un grandísimo entrenador, para mí es uno de los referentes a nivel mundial”.