La CIG denuncia falta de seguridad en los caladeros del Sáhara y de Mauritania, donde operaba el pesquero Tafra-3

La CIG denuncia que Mauritania y Marruecos venden licencias privadas de operación a terceros países, tanto comunitarios como extracomunitarios. Este traspaso conlleva un descontrol de las condiciones de seguridad, así como una desatención por parte de Mauritania y Marruecos, lo que se traduce en sucesos como el del hundimiento del Tafra-3.

El secretario comarcal de la Federación Galega de Mar de la CIG, Xavier Aboi, explica que lo sucedido no es un hecho aislado, y que incluso ese mismo día otras embarcaciones estuvieron en riesgo de sufrir un incidente. La CIG culpabiliza además a los distintos Gobiernos españoles ante su despreocupación por la flota y los caladeros.

La embarcación hundida, el Tafra-3, anterior Playa de Loureiro, era un barco gallego que fue exportado a una compañía mauritana en el 2021. En él faenaban 26 personas, tres de ellas españolas: dos patrones de Marín y un operador de máquinas de Huelva. De ellas fueron rescatadas 21, y otras 5 de nacionalidad mauritana se encuentran desaparecidas.

Los patrones de Marín, a salvo y en contacto con sus familias

Esta mañana la alcaldesa de Marín, María Ramallo, ha explicado que los patrones de esta localidad se encuentran bien. Ambos marineros han podido contactar con sus familias y en estos momentos se encuentran realizando trámites y declaraciones ante las autoridades mauritanas. Una vez finalizados, la previsión es que puedan regresar a sus casas. Ramallo ha mostrado su apoyo a las familias y su respeto por los cinco desaparecidos, todos ellos de origen mauritano.