Viaje a la España de 2050: ¿Cómo será un país gobernado por la generación Z?
El periodista Fernando Jáuregui presenta su nuevo libro, en el que dibuja un futuro que cree que será "mejor"

Viaje a la España de 2050: ¿Cómo será un país gobernado por la generación Z?
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Lugo
Para el año 2050 la esperanza de vida habrá aumentado significativamente, y eso cambiará la pirámide poblacional. El que tiene ahora 25 años ya sabrá que no podrá jubilarse hasta pasados los 70. Desaparecerán la mayor parte de los trabajos que hoy desempeñamos y aparecerán otros tantos que ni nos imaginamos. A lo mejor nos enamoramos de un robot.
La Inteligencia Artificial de entonces se reirá de la que tenemos ahora. Las revoluciones en la medicina harán posible curas a enfermedades que en la actualidad calificaríamos como un milagro. Leonor I será la primera mujer Jefa del Estado y la generación Z estará gobernando el país. Así será España dentro de 25 años.
Estas son las posibles realidades del futuro que recoge el periodista Fernando Jáuregui en su último libro, 'El cambio en 100 palabras. ¿Cómo serán nuestras vidas en 2050?', que presenta esta tarde en Ribadeo.
Es el resultado de cinco años de investigación, entrevistas, viajes, encuestas y experiencias en primera persona. Se materializan en un libro para mirar adelante y reflexionar sobre qué es lo que tenemos que hacer ahora para evitar que el futuro sea desastroso, como plantean los más pesimistas.
Él, sin embargo, cree que "será un futuro mejor que este mundo cutre dirigido por locos en el que nos encontramos ahora". "No podemos estar todo el día sumergidos en los vaticinios del Apocalipsis, porque eso no nos lleva a ninguna parte", añade.
Es un optimismo, el de Jáuregui, que "nace solamente de la preparación, del hecho de estar listos para enfrentar todos esos cambios". Asegura que el libro que publica tiene "buena voluntad", y deja claro que lo escribe con intención de dirigirse a los más jóvenes.
"Lo que pretendo simplemente es trasladar a las generaciones futuras que tienen que empezar a prepararse ya para los cambios, con mayúscula y con minúscula, que van a producirse progresivamente en las próximas décadas", asegura.
Es un horizonte que ya empieza, de hecho, a dibujarse: "Yo he comido un chuletón impreso en 3D que no tenía absolutamente nada de carne, incluso un tartar de atún en el que no había rastro de pescado, y he viajado 150 kilómetros en un coche sin conductor". Serán, según recoge de los investigadores y expertos que ha consultado, realidades habituales en el futuro. Pero también caras.
Los dos grandes problemas del 2050
Está convencido de que "el 3D será uno de los elementos importantes que van a estar presentes en nuestro futuro". "El día que te falle un riñón no tendrás que esperar a que aparezca un donante, porque se imprimirá uno en 3D", apunta. Sin embargo, con estas nuevas posibilidades que nacen de la tecnología más refinada, se ampliará una brecha que ya es muy grande: la de la desigualdad.
"Esta es una de las grandes preocupaciones que tengo con respecto al futuro", manifiesta Jáuregui, que señala que ya en la actualidad "se dan diferencias de hasta dos años de esperanza de vida de diferencia si vives en un barrio o en otro de Madrid".
Que habrá avances sociales, en materia de salud, incluso en la forma de viajar, es evidente, pero no todo el mundo tendrá acceso a ello. "Existirá la posibilidad de volar a Marte, pero será accesible solo para los ricos", explica, y es aplicable también a la salud y la supervivencia.
El otro gran problema que cree que enfrentaremos para el 2050 es "la soledad": "Ahora mismo el 63 por ciento de la gente que he encuestado piensa que la primera causa de muerte dentro de 25 años será el suicidio". Para Jáuregui es un problema que "tenderemos que vencer como sea". Propone hacerlo, incluso, "por medio de un metaverso a través de una realidad paralela, pero habrá que vencerla", insiste.
Protestar por prescripción médica
"Yo todo esto no lo voy a vivir, porque no cuento soplar las velas de los 100 años que tendría en el 2050", cuenta, "principalmente porque los consejos que me dieron las personas que entrevisto en el libro no los he cumplido, y también porque tendría que haber empezado con cuatro años", explica. Sin embargo, si comparte las tres claves que ha recogido de José Manuel Ribera, "uno de los mejores geriatras de este país".
Para tener una vida longeva, lo primero es "beber mucha agua". Lo segundo, "mantenerse activos tanto física como mentalmente". Y lo último, por encima de todas las demás y "aunque parezca sorprendente", es "protestar". "Luchar contra la resignación es la receta que yo daría sobre todas las demás", asegura.
Así se lo trasladó Ribera y, tras reflexionarlo, cree que "tiene toda la razón": "Sé que es un mensaje un poco ácrata, pero qué le vamos a hacer". Considera que si las cosas "van mal", lo mínimo que hay que hacer es protestar, en lugar de dejarse llevar "por los intereses individuales y la comodidad de otros así sin más".




