La cesión de los edificios Morse y Enfermería a la UVigo pone en jaque la relación entre Xunta y Concello
El futuro de la ETEA, pendiente de la firma del convenio
Alfonso Rueda y Miguel Corgos visitan la ETEA / David Cabezón @ Xunta
La Xunta de Galicia ha formalizado este martes la cesión de los edificios Morse y Enfermería, ubicados en la antigua Escuela de Transmisión y Electrónica de la Armada, a la Universidade de Vigo.
Un acto cargado de simbolismo que, sin embargo, ha servido al presidente gallego, Alfonso Rueda, para enviar un claro mensaje al Concello de Vigo: que firme el convenio de urbanización de la zona, pendiente desde junio de 2024.
Un campus del mar en crecimiento
La cesión de estas edificaciones permitirá a la UVigo continuar con la expansión de su Campus do Mar. El edificio Morse, de 2.000 metros cuadrados y estilo neoclásico, se destinará a aulas para docencia. Por su parte, el edificio de Enfermería, más pequeño, se rehabilitará para uso administrativo, albergando despachos de la Facultad de Ciencias del Mar.
Con estas dos nuevas incorporaciones, la UVigo afianza su presencia en el antiguo recinto militar, sumándose al ya cedido edificio Faraday y al Siemens, en proceso de cesión por parte de la Zona Franca. El rector de la UVigo, Manuel Reigosa, ha destacado la importancia de este proyecto, que marcará un “antes y un después” en la investigación marina de la institución. "Esperamos que se convierta en una plaza icónica, con investigadores icónicos", ha señalado Reigosa, refiriéndose a la plaza de armas de la ETEA, que en su visión se llenará de vida y conocimiento.
Un recado político y una llamada a la colaboración
A pesar del tono festivo por el acuerdo, el presidente Rueda no ha dudado en lanzar un reproche al alcalde de Vigo, Abel Caballero. Rueda ha instado al Ayuntamiento a firmar el convenio de urbanización de la ETEA, un documento acordado entre la Xunta, el Concello y la Zona Franca en junio de 2024.
"Estamos deseando que se firme el acuerdo", ha afirmado Rueda. El presidente ha subrayado que la falta de firma mantiene paralizadas obras clave, como la futura residencia de la Fundación Amancio Ortega. Con una velada alusión a las constantes disputas entre ambas administraciones, ha sentenciado: “La gente no nos quiere ver pelear, sino colaborar”.
El convenio de cesión se firmó en la propia ETEA, en el espacio donde se levantará la futura residencia de la Fundación Amancio Ortega. Un gesto simbólico de la Xunta para recalcar la urgencia de la firma del acuerdo de urbanización.
