Cuando Radu se convirtió en el mejor

Vigo

Ionut Radu llegó al Celta por la puerta de atrás mediática. En medio de las quinielas con nombres potentes como Iñaki Peña, Leo Román o Arnau Tenas, salió a la palestra el suyo nada más cerrarse. Fue una oportunidad de mercado al quedar libre tras el descenso del Venezia a la Serie B. Jugador que pertenecía al Inter de Milán desde hace casi una década y que en enero llegó al Véneto para un proyecto de intentar salvar la categoría. Llegó libre y con cláusula liberatoria si había descenso. Y así fue. Pero, seguramente, de cara al aficionado del Celta, teniendo en cuenta que si estaban sonando los porteros del Barcelona, del PSG o del Mallorca, supo a poco su llegada.

Si a esto lo acompañamos con su debut cargado de infortunio con un gol de los que se hacen virales en las redes al pasarle el balón por debajo del pie cuando intenta hacer un control, pues todavía más. Si justo después de cometer una pifia de ese nivel, vuelves a hacer otra que cuesta un nuevo gol en pleno proceso de adaptación, las dudas se acrecentaron.

La reiterada petición de Claudio Giráldez de la necesidad de traer un nuevo portero para crear competencia con Radu y exigirles el máximo a ambos, tampoco fue atendida por Marco Garcés y la dirección de fútbol sumida en el austericidio en cuanto a las peticiones directas de Claudio Giráldez. El técnico de O Porriño es consciente que ni Iván Villar ni Marc Vidal son aspirantes al puesto de Radu, por lo que pedía ese pequeño esfuerzo a la directiva. No era señalar al portero rumano, sino afianzar algo que es fundamental como la competencia.

Lo vimos en el rival del Celta de este fin de semana. Un recién ascendido que tenía al Zamora de la pasada temporada en la Liga Hypermotion. Pero quería Eder Sarabia que Dituro tuviese competencia y fichó a Alejandro Iturbe, portero internacional Sub-21 con España y que llegaba del Atlético de Madrid. Oportunidad de mercado porque llegaba libre. Pero, no contento con eso, logra la cesión de Iñaki Peña del Barcelona. Y, lejos de deshacerse de uno de los tres porteros, Sarabia dice que la Liga es muy larga y muy dura y que se queda con los tres.

En un arranque de temporada en el que Radu parecía no tener incidencia directa en el juego con sus paradas, comenzaron ciertas dudas sobre su rendimiento y su nivel. Dudas que eran extrañas teniendo en cuenta su trayectoria y su rendimiento en Venezia, pese al descenso del equipo. Fue una pieza clave para tener alguna oportunidad casi hasta el final de poder permanecer en Serie A. Radu, poco a poco, fue afianzándose en la portería celeste y cada vez iba dejando más perlas de lo que podía dar. Más tranquilo con el juego de pies y cada vez mandando más en el área.

Ya contra el Villarreal realizó alguna que otra parada de mérito y, el día del Girona, si el Celta tuvo alguna opción de poder empatar el partido fue gracias a Radu que, con sus paradas, sostuvo el 0-1 del equipo. Paradas de mucho nivel que abortaron el 0-2 del Girona lo que hubiese supuesto la sentencia. En Vallecas también fue absolutamente clave con tres manos de mucho nivel que sostuvieron, primero el 0-0 y, después, el 1-1. El partido de Vallecas nos dejó, casi al final, una mano cambiada a la escuadra para evitar el 2-1 de Alemao.

En los dos últimos partidos, Radu fue el MVP del equipo. Algo que ya lo dice todo. Tanto en Stuttgart como en Elche fue el mejor con diferencia. En Alemania sacó varias manos, algunas de ellas a bocajarro que fueron de una complejidad extrema. La que le saca a Chema de Lucas en la primera parte del Mercedes Benz Arena fue de locos. El portero rumano recibió el trofeo simbólico al mejor jugador del Celta en Stuttgart. El partido de Elche ya fue una auténtica exhibición. En la primera parte sacó un remate dificilísimo de Rafa Mir con el pie a bocajarro y un remate de Andre da Silva de cabeza también muy cerca. Dos paradones que permitieron al Celta seguir dentro del partido.

En la segunda parte, coincidiendo con la desaparición del Celta, Radu las paró de todos los colores. Hizo una de las paradas de la jornada con una doble intervención a remate de cabeza y, casi sin tiempo para levantarse, otra parada con la pierna abajo. Todo a remates desde el área pequeña. Por no hablar del paradón en el penalti que le hace a Rafa Mir con una estirada extraordinaria. No fueron las únicas intervenciones de mérito de Radu en una segunda parte muy gris del Celta. Otro MVP seguido para él. Buena noticia en lo personal pero preocupante en lo colectivo.

Radu ha realizado 23 paradas en lo que va de Liga con un 72% de porcentaje de paradas. Ha detenido el penalti que le han tirado y tiene un 78% en precisión en el pase. El pero más grande que se le puede poner tanto a él como a su defensa es que todavía no han sido capaces de dejar una portería a cero.