La UVigo advierte de que el cambio climático reducirá el marisqueo

Expertos reunidos en Santiago de Compostela han lanzado una advertencia sobre los efectos del cambio climático y la contaminación en los bancos marisqueros.

La jornada 'Marisqueo en Galicia: tradición, ciencia y desarrollo económico', organizada por el Consello da Cultura Galega (CCG) y celebrada el pasado martes, puso sobre la mesa la "preocupante" pérdida de productividad en las rías. La catedrática de Zoología y profesora del Centro de Investigación Mariña (CIM) de la Universidade de Vigo, Elsa Vázquez, se convirtió en una de las voces más contundentes, alertando de que, de seguir la tendencia actual, el marisqueo podría quedar reducido a una "actividad simbólica en nuestras costas".

Radiografía científica de las Rías Baixas

La ponencia de la catedrática Vázquez, titulada 'Respuesta de los bivalvos a la nueva normalidad: el marisqueo ante los retos del cambio global', recogió los frutos de doce años de investigación y recopilación de datos sobre la mortandad de bivalvos, muchos de ellos en colaboración directa con cofradías de las Rías Baixas.

Lluvias e incremento de temperatura: El aumento de la temperatura atmosférica y marina, junto con una "mayor intensidad" en las precipitaciones, provoca descensos bruscos en la salinidad y subidas en la temperatura del sedimento.

Mortalidades masivas y descenso de capturas: Estos factores extremos son la causa directa de "mortalidades masivas" y una "caída en las capturas". La experta detalló que, por ejemplo, una salinidad inferior a quince gramos por litro o una temperatura superior a 32º C puede ser letal para almejas y berberechos.

Impacto diferencial: Las especies más afectadas son las autóctonas, con capturas de almeja babosa y fina "para echarse a llorar". Incluso la almeja japónica, antes resistente, ha caído bruscamente. El berberecho, más fluctuante, es muy sensible a la salinidad y a un parásito llamado merteliosis.

La investigación de Vázquez también ha explorado los efectos "subletales": el estrés obliga a los moluscos a mantener su metabolismo basal, paralizando el gasto de energía en funciones vitales para el sector como crecer o reproducirse. Esto explica el descenso en el stock, ya que los bivalvos tardan más en alcanzar el tamaño comercial. Además, este estado anómalo provoca que intenten enterrarse más profundamente o, en el caso de baja salinidad, que permanezcan en la superficie, siendo presa fácil para los depredadores.

El cerco de la contaminación química y microbiana

Junto a la amenaza climática, los expertos han señalado la contaminación como un factor crucial. El catedrático de Química Analítica Isaac Rodríguez y el investigador posdoctoral Miguel Balado (iARCUS-USC) abordaron el "Impacto de la contaminación química y microbiana".

Rodríguez destacó el efecto negativo de las estaciones de depuración de agua que vierten, incluso en la Ría de Arousa —la "más productiva"—, donde existe una producción muy dispar en zonas próximas. La investigación ha detectado cerca de veinte compuestos microcontaminantes de naturaleza orgánica, en su mayoría residuos de fármacos, que generan una "presión diferencial" sobre los bancos.

Por su parte, Balado detalló la influencia de diversas especies patógenas y bacterias que, aunque no matan directamente, afectan la "movilidad, crecimiento o reproducción" de los moluscos.

La cumbre, que también contó con la participación de la directora de INTECMAR, Covadonga Salgado, y el científico del Instituto Español de Oceanografía, Rafael Bañón, concluyó con una mesa redonda para asegurar el futuro sostenible del sector, pero la alarma lanzada desde la ciencia, y en especial desde los laboratorios de Vigo, exige una respuesta urgente y coordinada.