Dídac Cuevas, capitán del Básquet Coruña: “Somos un equipo con alma; perder se acepta, rendirse no”
El capitán del Leyma Básquet Coruña reflexiona sobre el carácter del equipo, su conexión con la afición y los objetivos, en el programa 200 de Tirando de tres
A Coruña
En el programa número 200 de Tirando de Tres, Dídac Cuevas, base y capitán del Leyma Básquet Coruña, repasó el gran inicio de temporada del equipo y dejó claro que la mentalidad del vestuario no admite concesiones. “Para ganarnos hay que matarnos muchas veces”, aseguró. Con dos victorias en los dos primeros partidos de liga, el equipo naranja vuelve a exhibir el carácter competitivo que ha enamorado a su afición en los últimos años.
“Ganar y perder forma parte del deporte”, reconoció Cuevas, “pero rendirse no entra en nuestro vocabulario”. Esa filosofía resume la identidad del Leyma: un grupo que pelea cada balón, que disfruta compitiendo y que sabe que la conexión con el público es tan importante como cualquier sistema de ataque.
El Coliseum, una caldera de ilusión
La primera jornada en el Coliseum dejó al capitán con una sensación especial. “Fue más ilusión que nervios”, confesó. “Cuando sales y ves el pabellón lleno, a la gente disfrutando, te entra ese gusanillo en el estómago. Es lo que uno quiere como jugador”.
Cuevas destacó el papel fundamental de la afición coruñesa en la energía del equipo. “No se trata solo de ganar; se trata de que la gente se identifique con lo que ve. Que vea esfuerzo, entrega, respeto. Eso es lo que genera orgullo”, explicó.
El valor del ejemplo: jugar para los niños
Más allá del resultado, Cuevas tiene claro a quién representan. “Jugamos para los niños de la cantera, para los que vienen al pabellón y se ilusionan. Ganar y perder lo hacemos todos, rendirse, no”. Su mensaje, sencillo y poderoso, resume una mentalidad que trasciende el baloncesto y conecta directamente con el espíritu del club.
Liderazgo compartido y respeto en el vestuario
Sobre su papel como capitán, Cuevas se muestra tan humilde como firme. “El staff eligió a Guillem (Jou), y los compañeros me eligieron a mí”, explicó. “Para mí, ser capitán es una etiqueta. Lo importante es ser líder en el día a día, saber estar, decir las cosas como son y dar ejemplo dentro y fuera de la pista”.
En ese sentido, el jugador destaca la cohesión del vestuario y el compromiso de todos los integrantes del equipo. “Aquí no hay egos. Cada uno sabe lo que tiene que aportar. El éxito vendrá de eso, de que todos rememos en la misma dirección”.
Entre el parqué y la pasión por el motor
La charla también dejó espacio para conocer al Dídac más personal. Amante de las motos —“Si no fuera jugador, sería motorista”, bromeó—, Cuevas reconoció tener gustos musicales “poco habituales” entre los jugadores. “Antes de los partidos pongo a Nino Bravo. Mis compañeros prefieren reggaetón, pero ‘Libre’ no puede faltar”, comentó entre risas.
Una temporada con ambición y fe
A sus 25 años, Cuevas combina juventud, carácter y una madurez que se refleja en cada palabra. “Este club tiene las herramientas para estar en ACB”, aseguró. “Sabemos que el camino es largo, pero tenemos la ilusión y la energía para hacerlo posible”.
Y lo hace con una promesa que suena a declaración de principios: “Mientras yo esté en la cancha, aquí no se rinde nadie”.




