Estudiar para quedarse en casa: Tamara y Miguel se formaron para continuar con la explotación ganadera de sus padres en Pol

Lugo

Tamara y Miguel Fernández, son hermanos. Nacieron en Pol, en una familia dedicada al cuidado de una granja de vacas de leche que les animó a estudiar para escapar de una vida sacrificada. Ellos hicieron justo lo contrario: se formaron, eso sí, en el Campus Terra de la Universidad de Santiago de Compostela, pero para quedarse en casa y continuar con el proyecto de sus padres.

Tamara estudió el grado en Nutrición Humana e Dietética en la Facultad de de Ciencias. Mientras tanto, Miguel se doctoró como ingeniero agrónomo en la Escola Politécnica Superior, la EPSE.

"Creo que no somos conscientes de la importancia del rural, y duele más aún decirlo en una provincia como Lugo", reflexiona Miguel. En parte, cree que fue la insistencia "de la generación de nuestros padres" que "siempre nos animaron a buscar otras vías fuera del campo, más urbanitas". "Para ellos era una vida dura", añade su hermana, "pero para mí ahora lo que más me gusta de la vida en el rural es que es muy tranquila".

Tamara, que ahora dedica su vida profesional a la explotación, junto con su hermano Miguel y sus padres, no le parece una "vida sacrificada". "Actualmente se puede trabajar en una granja y tener una jornada laboral como la de cualquier otra persona y días libres", asegura.

Esto se debe esencialmente a la modernización de los procesos productivos, tal y como señala Miguel. "Yo creo que sufrida era la forma que tenían las anteriores generaciones de entender el trabajo, eran ellos dos solos y con un tamaño de granja que no permitía contratar mano de obra ajena", explica.

Hoy, además de ser cuatro, la empresa alcanzó "una dimensión que permite hacer turnos", además de que se tecnificaron parte de los procesos que se llevan a cabo. "Antes había que dedicarle dos horas por la mañana y dos por la tarde a ordeñar las vacas, frente a los dos minutos que te puede llevar ahora meter dos o tres vacas que se quedan fuera", compara Tamara.

Su hermano pone en valor "el nivel de tecnificación y la visión empresarial" que requiere llevar una explotación de este tipo hoy en día. Cree que incluso en la provincia de Lugo, a pesar de que "ascendiendo una o dos generaciones todo el mundo tiene origen en una aldea", todavía se desconoce esa dimensión del sector primario.

En la suma está la fuerza

Miguel, que se formó como ingeniero agrónomo y se especializó en la producción de leche; Tamara, que es nutricionista especializada en innovación, seguridad e ingeniería alimentaria; y sus padres, que son la voz de la experiencia, creen que en la unión de todos estos factores está "la clave del éxito".

"Por lo de ahora la experiencia está siendo agradable", asegura Miguel, que cree además que "se está viviendo un momento relativamente dulce" en cuanto a precios, en buena parte "a causa de la jubilación de los productores".