Aspas y Borja sacan bailar a Balaídos otra vez

Vigo

Europa le sienta muy bien a Balaídos. Ya lo decía el entrenador Giráldez cuando nos contaba que era el momento de volver a apagar las luces, poner música y volver a lanzarse a la pista de baile. Lo hizo el Celta el día del PAOK con la única victoria de lo que va de temporada y lo ha vuelto a hacer contra el Niza. Una victoria balsámica que tiene que servir para indicar el camino en la Liga 25-26, en donde el Celta sigue virgen de victorias. Qué mejor que lograr una victoria, que sonase nuevamente A Rianxeira y que el ataque de los drones homenajeara al mejor jugador de la historia del club. Iago Aspas. Pocos homenajes son los que el Celta

No era un rival nada sencillo y los celestes demostraron que Europa bien vale un esfuerzo. Los de Giráldez se olvidaron de la depresión y los traumas ligueros y volvieron a dar síntomas del fútbol que llevan dentro. Estaba en alguna parte, pero estaba aflorando a cuentagotas. Sin las urgencias de la Liga, el EuroCelta juega con mucha más tranquilidad, con menos ansiedad y con un colmillo afilado que ya nos hubiese gustado verlo contra la Real Sociedad. Una victoria que vuelve a darle un impulso clasificatorio al Celta en la Europa League y le acerca al objetivo de los 10-11 puntos para lograr pasar de la fase de grupos.

Un minuto necesitó Iago Aspas para agradecer a la afición y a Balaídos su emotivo homenaje. No está para homenajes; está para decidir partidos. Recepciona en la frontal un despeje de Oppong. La para, pausa el reloj, apunta y saca un zurdazo que perfora a media altura y ajustado a la portería del Niza. Es el mejor. Es El Príncipe de las Bateas. Un gol de un jugador de otro nivel que volvía a hacer sonreír a un estadio entregado.

Pero en el minuto 16 se cumplió una profecía celeste. El primer tiro a puerta del rival se convierte en gol. Lo hizo Momo Cho aprovechando un desajuste de la defensa. No necesitó el Niza demasiados lujos. Un pase en largo, una carrera al espacio y un disparo ajustado.

Pero todo volvió a cambiar en el minuto 36 cuando Clauss vio la segunda amarilla en una incomprensible entrada a Carreira cuando ya contaba con una amonestación. Se quedó con diez el Niza y el Celta metió una marcha más. Tras el descanso, los cambios mejoraron al equipo y aprovecharon también el partidazo de Bryan Zaragoza; su mejor día hasta el momento. El futbolista andaluz lo intentó y casi siempre consiguió irse de sus marcadores. Uno de esos partidos que le ayudarán a ganar confianza.

El Celta tuvo un gol anulado, un palo de Borja, dos buenas paradas de Dioff hasta que llegó el gol. Era el minuto 74 y Borja tira un desmarque dentro del área espectacular. Mingueza mete un pase brutal al Panda que lo mete al fondo de la portería. El Celta se ponía por delante y supo gestionar la ventaja. Apenas sufrió en un par de acciones a balón parado.

Ahora toca dejar la fiesta, los drones, cantar la Rianxeira a capela y la música de la Europa League, que es el pariente pobre del himno de la Champions. Todos los esfuerzos pasan por pensar única y exclusivamente en la Liga. El domingo toca visita a Pamplona, a un estadio en donde siempre le cuesta al equipo vigués poder conseguir buenos resultados. Un equipo que le va a exigir un gran esfuerzo físico para igualar un choque ante un rival con una semana de recuperación.