Los retos de la enfermería ante la tecnología, la inteligencia artificial y el uso de drones

A Coruña

La revolución tecnológica está transformando todos los sectores, y la sanidad no es la excepción. En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) y los drones se integran cada vez más en los servicios de emergencia y en la atención sanitaria, la enfermería se enfrenta a nuevos desafíos éticos, jurídicos y operativos.

En A Vivir las Rías, hablamos con el magistrado Miguel Herrero Liaño y el técnico de emergencias y piloto de drones Roi Pantín, exploramos las implicaciones de esta transformación y cómo los profesionales de la salud deben adaptarse a un entorno cada vez más digital.

La inteligencia artificial en la salud: avances y riesgos

Según Miguel Herrero Liaño, los profesionales sanitarios —al igual que jueces, abogados o ingenieros— deben comprender los riesgos que acompañan a la adopción de la inteligencia artificial.

“Queremos saber qué riesgos implica la IA y cómo se gestionan”, explica el magistrado. “El problema no es solo el manejo de datos, sino que los sistemas inteligentes operan de formas que muchas veces ni siquiera los expertos comprenden del todo”.

La protección de datos de pacientes se convierte, por tanto, en una cuestión clave. Aunque existen normativas en vigor, las aplicaciones basadas en IA presentan nuevos desafíos: sistemas opacos, decisiones automatizadas y algoritmos que pueden afectar directamente a diagnósticos o tratamientos.

Drones en emergencias sanitarias: el futuro ya está aquí

Roi Pantín, experto en emergencias y piloto de drones, recuerda que el uso de estas aeronaves en rescates y emergencias ha evolucionado de forma exponencial desde 2018, cuando se emplearon por primera vez en Galicia tras una explosión en un almacén de pirotecnia.

“La legislación ha cambiado, la tecnología ha avanzado y los pilotos también hemos evolucionado. Ahora los drones pueden aportar imágenes aéreas, iluminación en zonas de intervención e incluso reconocimiento facial para obtener historiales clínicos en tiempo real”, explica Pantín.

En escenarios de accidentes o catástrofes, los drones permiten una coordinación más eficaz entre técnicos y personal de enfermería. Sin embargo, surge una pregunta inevitable: ¿estamos preparados para que un dron tome decisiones de forma autónoma?

Ética y responsabilidad en la era digital

El magistrado Herrero señala un vacío legal importante: “Todavía no está claro quién debe responder si una inteligencia artificial comete un error: el profesional sanitario, el hospital o el desarrollador del software”.

Aunque la Unión Europea trabaja en una regulación que obligará a los sistemas tecnológicos avanzados a pasar controles de calidad y seguridad, la normativa sobre responsabilidad legal de la IA sigue en fase de desarrollo. Mientras tanto, los profesionales deben actuar con prudencia y formación constante.

La enfermería frente a la transformación tecnológica

Tanto Herrero como Pantín coinciden en que el personal de enfermería no debe convertirse en experto en programación o electrónica, pero sí en usuario avanzado de tecnología aplicada a la salud.

“No se trata de añadir carga de trabajo, sino de facilitarlo”, afirma Pantín. “Un dron o una aplicación deben simplificar la labor del enfermero, no complicarla”.

Por su parte, Herrero subraya la importancia del “toque humano”:

“Aunque la tecnología será omnipresente, espero que la última decisión siga siendo del enfermero o la enfermera. El criterio humano es la mejor garantía de que las cosas se hagan bien”.

Tecnología al servicio del cuidado humano

El avance de la inteligencia artificial, los drones y la digitalización de la salud promete una atención más rápida y eficaz, pero también exige una profunda reflexión sobre la ética, la responsabilidad y la formación profesional.

La tecnología ha llegado para quedarse, pero el futuro de la sanidad dependerá de mantener el equilibrio entre la innovación y el respeto al factor humano.