Iago Aspas ya está aquí

Vigo

Minuto 78 del Osasuna-Celta. Mientras Iago Aspas calienta en la banda, Budimir se prepara para lanzar un penalti de esos que solo le pitan al Celta. Con 2-2 en el marcador, decide apostarlo todo a la frivolité de una Panenka, pero muy por arriba. Golpea muy abajo el balón y, después de besar el travesaño, se va por encima de la portería. Apretaba Osasuna y, en el Celta, ya casi todo el mundo daba por bueno el empate, teniendo en cuenta que, salvo el gol de Jutglá, apenas había inquietado a Sergio Herrera en la segunda parte. Todos menos Iago Aspas. Cuando en el minuto 80 salió al campo, el runrún comenzó en la grada del Sadar entre los aficionados locales. Todavía tenían fresco su golazo del jueves contra el Niza y su salida supuso un estímulo para el Celta y un problema para los defensas rojillos.

En uno de los primeros balones que toca, Aspas mete de primeras un pase para habilitar a Jutglá en carrera hacia la portería de Sergio Herrera. Con un solo toque había metido un pase espectacular. El delantero catalán estuvo a punto de marcar. Iago decidió venir a recibir al centro del campo para hacer labores de quarterback y lanzar los ataques celestes. Y así lo hizo metiendo un pase en profundidad a Jones que no fue capaz de aprovechar en carrera por la banda. Hasta que, en el minuto 87, cuando casi todo el mundo daba por bueno ese resultado, aparece nuevamente Aspas. La pide de espaldas, se gira rápido y, donde muchos no son capaces de ver una línea de pase, el de Moaña encuentra un espacio perfecto entre el mediocentro, el central derecho y a la espalda del lateral. Pase perfecto y medido para la carrera de Pablo Durán, que marca con gran calidad en el mano a mano con Herrera. Era el 2-3 y la confirmación de que Iago Aspas estaba de vuelta.

Después de un arranque tímido y sin acierto tanto en Liga como en la Europa League, Aspas apareció cuando más lo necesitaba el equipo. Había dudas en el Celta por su racha en Liga; había perdido feo en Elche y, tres días antes, tuvo un debut horrible en Stuttgart. Por eso el partido contra el PAOK era tan importante para un equipo huérfano de victorias. Los de Giráldez dominaban, tenían ocasiones, pero no eran capaces de marcar. Y como le está pasando en muchos partidos de la temporada, en la primera llegada del rival, la cosa acabó en gol de los griegos. Fallo defensivo y acierto del PAOK. Había comenzado el runrún en la grada y la preocupación evidente hasta que apareció él justo antes del descanso. Tira un desmarque perfecto e intuye dónde la va a poner Mingueza; ahí la espera y saca un cabezazo espectacular para poner el 1-1 y allanar un poco más el camino para intentar darle la vuelta.

Contra el Atlético de Madrid fue suplente de nuevo. Aspas calentaba y calentaba esperando su oportunidad. Y esta llegó en la segunda parte. Desde su salida, el Celta comenzó a encontrar más espacios y atrajo a más jugadores para su marca. Iago lograba, con un gol de oportunista, empatar el choque contra los de Simeone. Volvía a aparecer cuando más lo necesitaba el equipo. En Liga, ese punto ante el todopoderoso Atlético sabe muy bien.

El Celta volvía a jugar en casa en la Europa League. Llegaba el Niza con la vitola de haber quedado cuarto el pasado año en la Ligue 1. No era presa fácil y, en medio de homenajes previos y preparados para Iago Aspas, apenas necesitó un minuto para aparecer. Recibe en la frontal del área y se saca un zurdazo que perforó con violencia la red de Diouff. Un auténtico golazo y una nueva muestra de que El Príncipe de las Bateas estaba de vuelta.

En Liga, contra la Real Sociedad no jugó ni un minuto. Con la expulsión de Starfelt, el guion cambió y el míster se lo reservó para Niza. En Pamplona nuevamente, casi cuando menos se lo esperaba la gente, volvió a frotar la lámpara y salió el genio para dar una asistencia de jugador diferencial. 3 goles y 1 asistencia en los últimos cuatro partidos disputados. Iago Aspas está de vuelta y el equipo lo agradece. Apareció, además, cuando hacía más falta. Y eso también es una característica casi perenne del delantero moañés.