¿Dónde está el límite del recrecimiento de la balsa de lodos de Alcoa? Trabajadores y ecologistas urgen una solución

Lugo

La conselleira de Industria, María Jesús Lorenzana, se ha desplazado hasta la planta de Alcoa de San Cibrao, en Cervo, para reunirse con los trabajadores. Se trata de un encuentro solicitado por el comité de empresa y que forma parte del calendario acordado. Con él, al pasar seis meses desde la autorización del recrecimiento de la balsa de lodos hasta la cuota 104, se inician los trámites para llegar a la 110.

El presidente del comité de trabajadores, José Antonio Zan, explica que durante la tramitación del último permiso la Xunta "incluso tuvo que llamar a cuentas a la empresa porque no parecía tener interés en presentar los documentos necesarios". Por eso se organiza este encuentro "preventivo" para "empezar a poner en marcha la gestión" teniendo en cuenta los retrasos que se esperan por parte de la multinacional norteamericana.

El encuentro coincide justamente con la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que desestima la petición de la asociación Ecoloxistas Galiza Atlantica e Verde que pedía que se paralizasen cautelarmente los trabajos de ampliación. Entienden que "antes de aumentar el problema" es necesario "tener soluciones", según declara su presidenta, Nery Díaz. Asegura además que continuarán adelante con la demanda para que se revoquen los permisos.

Con esta petición el comité de empresa ve que "lo que se está demandando es directamente el cierre de la fábrica y el despido de todos los empleados", dice Zan. Sin embargo, ambos están de acuerdo en que se debe poner en marcha y de forma urgente un plan para reducir el tamaño de la balsa.

Riesgo de "catástrofe medioambiental"

Otras asociaciones ecologistas como ADEGA o Ecoloxistas en Acción han hecho públicas en numerosas ocasiones sus preocupaciones sobre la contaminación ambiental que genera la balsa, que incluso ha obligado a clausurar una plantación de frutas exóticas en la zona tras ser contaminada por polvo procedente del depósito. Además, alertan sobre un posible desbordamiento que sería "catastrófico".

Desde Ecoloxistas en Acción Cristóbal López, portavoz, defiende una solución "que no sea drástica que termine echando a la calle a los trabajadores", pero "sin poner en peligro el funcionamiento de la empresa" cree que debe haber un "proceso de reducción de la balsa".

"Cuanto más grande es, más posibilidad hay de un fallo sistémico o de desbordamiento", apunta. Esto "sin contar con causas sobrevenidas como pequeños sismos", como los que se han producido frente a las costas de A Mariña recientemente, "o un episodio de lluvias intensas". La afectación medioambiental, estando situada en un punto "tan próximo al mar", sería "terrible".

Economía circular

A estas alturas, el comité de empresa rescata una propuesta que parte inicialmente de la propia empresa, pero que Alcoa nunca llegó a poner en práctica. "En las reuniones de seguimiento venimos pidiendo que se ponga en marcha un proceso de economía circular real", comenta Zan, "más allá del marketing".

Es "impensable" que "la administración continúe dando permisos para ampliar y seguir llenando el depósito sin que se utilice para lo que habría que usarlo según los fondos europeos", reprocha.

Del depósito podrían retirarse sobre todo galio, bauxita y también aluminio, para "volver a meter dentro del sistema industrial y productivo todo ese material minero". De paso, permitiría "eliminar residuos, menguar la balsa y garantizar un futuro a la planta".

Cristóbal López cree que este proceso de recuperación sería útil "para que la balsa disminuyese periódicamente", en lugar de "hacer una escombrera cada vez más grande". "Lo que quieren es aumentar la cuenta de resultados a final de año", concluye, "a cuenta de que la contaminación ambiental y los peligros se los coman el estado y la ciudadanía".