¿Puede un susto matarte? La ciencia detrás del miedo extremo
La científica Cintia Folgueira nos da las claves para entender cómo reacciona nuestro cuerpo ante el terror
¿Puede un susto matarte? La ciencia detrás del miedo extremo
Lugo
¿Qué te da miedo? No hay una respuesta correcta a una pregunta tan sencilla y es que cada persona es un mundo y cada cuerpo reacciona de forma diferente a esos supuestos estímulos que se presuponen nos causan terror.
Pese a que el miedo es lo mismo para todos, lo que nos lo produce pueden ser cosas o situaciones completamente dispares. La científica Cinto Folgueira explica en Hoy por Hoy Lugo que “el miedo es una emoción que nos mantiene vivos”.
Cuando percibimos una amenaza, nuestro cerebro activa una alarma: la amígdala, parte del sistema límbico, detecta el peligro y envía señales al hipotálamo. Este, a su vez, ordena a las glándulas adrenales liberar adrenalina y noradrenalina, provocando reacciones físicas como aceleración del pulso, respiración rápida y tensión muscular.
Folgueira explicó que cada persona reacciona de forma distinta ante el miedo. Algunas se paralizan, otras huyen o actúan impulsivamente. “Hay personas que se quedan completamente paralizadas y otras que reaccionan de forma más rápida e instintiva, no es cuestión de valentía, sino de cómo responde el cerebro en ese momento”, señaló.
Morirse de miedo
Por Samaín o Halloween es habitual que todo se tiña de rojo sangre, las calabazas decoran las casas y los esqueletos parezcan muy vivos. Es normal que este fin de semana las calles se llenen de sustos, pero algunos pueden llevarnos a un extremo en algún caso sin retorno.
Aunque es algo poco frecuente, existen casos en los que un susto puede desencadenar problemas cardíacos, especialmente en personas con patologías previas. “Hay vídeos virales que muestran reacciones exageradas, pero detrás puede haber una respuesta biológica real”.
El hongo alucinógeno
Además, Folgueira desmitificó fenómenos históricos atribuidos a posesiones o apariciones. En la Edad Media, el consumo de centeno contaminado con cornezuelo, un hongo alucinógeno, que provocaba convulsiones, alucinaciones y comportamientos erráticos. “Lo que parecía sobrenatural tenía una explicación científica: una intoxicación por alcaloides que afectaban al sistema nervioso”, explicó.
Curiosamente, este mismo hongo sirvió para desarrollar medicamentos útiles en tratamientos de migrañas, hemorragias y partos. “Un organismo que antes generaba miedo, hoy salva vidas”, concluyó.
Cinthia Folgueira nos recuerda que el miedo, lejos de ser solo una emoción negativa, es una herramienta evolutiva que nos prepara para enfrentar peligros. Y que, como muchas emociones humanas, tiene raíces profundas en nuestra biología y cultura.
Sara Meijide
Redactora de Radio Lugo