Un Celta muy fiable como visitante

Vigo

El Celta ha cambiado las tornas con respecto al pasado año. De aquel equipo que lo ganaba casi todo en Balaídos y al que le costaba sumar fuera, se pasa, en este inicio de temporada 25-26, a un equipo incapaz de ganar en su estadio y muy difícil de ganar a domicilio. Un Celta que no ha sido capaz de ganar en casa todavía y eso que ha disputado 6 partidos. En Vigo empató contra Betis, Villarreal, Girona, Atlético de Madrid y Real Sociedad y perdió contra el Getafe 0-2.

Lejos de casa, la cosa ha cambiado mucho. El Celta es muy fiable y cada vez más difícil de batir. Solamente el Elche pudo ganarle por la mínima en una semana complicada porque fue justo después del debut europeo en Stuttgart. Los de Sarabia ganaron al Celta 2-1. Salvo ese partido, los de Giráldez lograron puntuar en el resto con un balance más que interesante, con 2 victorias y 2 empates. Comenzó con 1-1 en Mallorca en un partido que tenía ganado y que le empataron muy al final en un fallo defensivo concatenado. Tres cuartos de lo mismo pasó en el segundo desplazamiento de Liga. Empate de mucho mérito ante el EuroRayo en un choque que también iba ganando 0-1 el equipo vigués. Lo empataron los de Íñigo Pérez y el Celta sumaba otro buen punto. Después de la derrota en Elche llegó un doble desplazamiento en apenas 7 días a Pamplona y a Valencia. En El Sadar, el Osasuna de Lisci llevaba 10 de los 12 puntos disputados. Estaba en una racha espectacular y solo perdió dos puntos contra el Elche por un gol de Adriá Pedrosa en el 91. Ese tanto evitó un pleno en casa de los rojillos. Un Celta más lotinesco que giraldista, en una de sus versiones menos parecidas a lo que venía proponiendo el equipo, logró una victoria por 2-3 que rompía muchas estadísticas. Primera victoria de Liga, primer triunfo fuera de casa, primer partido en el que el Celta marcaba más de 1 gol y primera vez que se estrenaba Ferrán Jutglá y lo hacía con doblete.

Después de ese importantísimo triunfo para lograr salir de la zona roja de la clasificación, el Celta afrontaba otra salida al Ciutat de Valencia justo después del partido de Copa del Rey. Claudio Giráldez dejó a 13 jugadores de la primera plantilla en Vigo para que descansasen y focalizaran todo en el partido del domingo. El Celta tampoco dio su mejor versión en Orriols, pero logró un agónico triunfo sobre la bocina. Lo hizo ante un Levante penalizado al quedarse con diez a los 28 minutos de juego. Pero incluso en inferioridad, gozó de una ocasión clara de Etta Eyong en la primera parte, de un penalti que falló el camerunés, otro mano a mano que tuvo en la segunda y el gol de Arriaga para empatar. Demasiadas concesiones de un Celta que estuvo un punto por debajo del ritmo necesario. La fortuna estuvo del lado celeste con la jugada del tanto de Miguel Román en el minuto 90. En ataques más anárquicos que claros, Mingueza se descuelga arriba y tira una pared con Borja. El catalán la toca hacia la frontal de cabeza y la empala Miguel Román. 1-2 y nueva victoria del Celta para dar un salto en la clasificación.

Un triunfo que le sirvió a los de Giráldez para igualar la puntuación del pasado año a estas alturas de competición: 13 puntos en 11 partidos. De esos trece puntos, 8 los ha conseguido el Celta lejos de casa y solamente 5 en Balaídos. 8 de 15 como visitante y 5 de 18 como local. El equipo ha madurado lejos de Vigo.