Irse de festival y dormir como en un hotel: ¿Son compatibles los 'glampings' con vivir la experiencia completa?
Ofrecen comodidades como colchones y ropa de cama, pero son más caros
Irse de festival y dormir como en un hotel: ¿Son compatibles los 'glampings' con vivir la experiencia completa?
Lugo
Colchón de espuma de diez centímetros de altura, ropa de cama, saco de dormir (que te puedes llevar a casa al terminar el festival), linterna y candado. Es la propuesta del Resurrection Fest para dormir: el glamping. Eso si, todas estas comodidades tienen un precio que asciende a 247 euros por persona, 357 la habitación doble.
El crecimiento de los festivales hace que cada vez oferten más servicios y más refinados. En materia de alojamiento, cada vez es más habitual que se habilites estos espacios, que son como una evolución del tradicional camping tradicional, pero sin las incomodidades que implica.
Sin embargo, todavía son muchos los que prefieren acampar, con todo o que implica: "Camping siempre, prefiero vivir la experiencia completa". Hay otros que, si pudiesen, al menos probaría. El problema es que son caros: "Me gustaría probarlos porque me parece una experiencia intermedia entre el camping y el hotel, pero no tengo poder adquisitivo para ellos".
Las alternativas de los festivales pequeños
El BreaSon es un festival que organizado en Mondoñedo por la asociación Xoldra sin ánimo de lucro. No hay que pagar entrada y, además de conciertos, en la programación incluyen catas y degustaciones de productos locales, talleres de artesanía, castañas asadas y un escape room cultural.
Aunque no tienen opción de glamping, su propuesta para pasar la noche no tiene nada que envidiar. Ponen a disposición de los asistentes un pabellón con duchas con agua caliente, un lujo al alcance de pocos festivales.
"Es una de las ventajas que tiene el ser un evento de pequeño formato", asegura Clara Vila, que forma parte de la organización. Asegura que están "muy orgullosos" de ser un festival pequeño, porque permite "mucha cercanía con los artistas".
Además se genera una "buena sintonía entre la organización, el pueblo y los asistentes". "Hay un gran respecto por el entorno", añade, "y los vecinos y vecinas están contentas con las actividades que organizamos".