Los trabajadores de ENCE Pontevedra inician este sábado una huelga de 12 días para protestar por el proceso de despido colectivo

Los trabajadores de ENCE Pontevedra empiezan este sábado una huelga que se prolongará durante 12 días alternos a lo largo del mes de noviembre. Desde los sindicatos no aceptan ningún tipo de despido en la plantilla, ni uno de los 39 que la directiva de ENCE tiene previsto aplicar en la planta de Lourizán.

De esta forma, mañana arranca una huelga convocada por los tres sindicatos que componen en comité de empresa: UGT, CIG y Comisiones Obreras, en unas protestas en las que participarán también las empresas auxiliares de la fábrica.

La huelga se llevará a cabo a pesar de las presiones, dicen los trabajadores, que ha habido por parte de ENCE en las últimas horas para intentar boicotearla.

La idea de ENCE es prescindir de 39 trabajadores mediante prejubilaciones, bajas incentivadas y recolocaciones. Sin embargo, desde el comité de empresa hablan de amortizaciones, ya que son puestos que no se sustituyen o se subcontratan.

A mayores, desde los sindicatos insisten en que es el desenlace de un problema que viene de lejos. Aseguran que la permanencia de la fábrica en Lourizán sirvió como excusa durante mucho tiempo y que, una vez conseguida, todo lo que ha venido después han sido incumplimientos por parte de la empresa, tanto desde el punto de vista económico como laboral.

Destacar también que la posibilidad de un ERE en ENCE Pontevedra comenzó como un rumor, y otro que corre ahora mismo por la fábrica es el de una posible venta a la competencia directa, esto es, a la empresa Altri. De hecho, aseguran los trabajadores que en las últimas semanas varios directivos de la papelera portuguesa se han dejado ver por la fábrica, aunque tendrían que efectuar los despidos antes de esta supuesta venta.

ENCE afirma apelar al diálogo pero reconoce bajas incentivadas

Desde ENCE apelan al diálogo pero reconocen que propondrán prejubilaciones y bajas incentivadas en el marco de su Plan de Eficiencia y Competitividad. Una medida que afectaría, en datos que ofrece la empresa, al 6,5% de la plantilla de la planta de Pontevedra.

La papelera reitera su voluntad de alcanzar una solución consensuada con la representación legal de los trabajadores. Prueba de ello, aseguran, es que ha ofrecido no iniciar el periodo de consultas del procedimiento de despido colectivo y abrir, durante 30 días, un proceso de negociación previo e informal con el comité de la fábrica de Pontevedra.

De forma paralela a la realización de este Plan de Eficiencia y Competitividad, ENCE afirma continuar el proyecto Pontevedra Avanza, con una inversión presupuesta de 120 millones de euros.

Este proyecto hará posible, dicen, producir y suministrar, desde Pontevedra, productos celulósicos especiales de la más alta calidad, que aportarán mayor margen y serán capaces de sustituir a la fibra larga y a los plásticos en multitud de aplicaciones. Esta iniciativa permitirá aumentar la eficiencia y competitividad de la planta, garantizando que se mantenga a la vanguardia, generando empleo y riqueza sostenibles en el entorno, aseguran.