La moratoria del eucalipto, papel mojado
Greenpeace denuncia que la superficie gallega se ha disparado un 6% en dos años
Bosque de eucaliptos / Radio Bierzo
La expansión del eucalipto en Galicia se acelera, a pesar de la moratoria impuesta por la Xunta en 2021. Así lo denuncia Greenpeace tras la publicación este jueves de los datos del Inventario Forestal Continuo de Galicia para 2024, que confirman los peores temores de ecologistas y parte del sector forestal.
Según los datos, la superficie forestal de eucalipto en Galicia ha alcanzado la cifra de 438.156 hectáreas, un incremento de más de 25.000 hectáreas desde 2022 y un 4,6% más que en 2023.
Este aumento, en plena vigencia de la moratoria, es visto por Greenpeace como la prueba definitiva del "fracaso" de la medida y de la "desidia" de la Xunta para cumplir con su propio Plan Forestal.
Impacto en la provincia de Pontevedra
Aunque los datos del IFCG son a nivel autonómico, el crecimiento descontrolado del eucalipto tiene un impacto particularmente agudo en las comarcas de la costa oeste de Galicia y principalmente en la provincia de Pontevedra, donde el paisaje, los ecosistemas locales y la calidad del suelo están bajo intensa presión.
"Los datos publicados certifican dos cosas: la primera, que la moratoria de 2021 fue incumplida por la permisividad de la Xunta; y, la segunda, que la política de la Xunta no va en la dirección de cumplir los objetivos del Plan Forestal de Galicia", declaró Manoel Santos, Coordinador de Greenpeace en Galicia.
El objetivo inicial de la moratoria era reducir la superficie de eucalipto en unas 20.000 hectáreas para 2040. La realidad, sin embargo, es que la superficie ha crecido en más de 25.000 hectáreas en solo dos años (2022-2024).
La indignación de la organización ecologista se intensifica ante la reciente decisión de la Xunta de "ampliar" la moratoria hasta 2030, pero introduciendo una serie de "excepciones" o "flexibilizaciones" en la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas de 2026.
Greenpeace califica esta ampliación como una "pseudomoratoria", argumentando que las nuevas excepciones, que permiten plantar eucalipto en terrenos donde antes no existía (incluso como sustitución de pinares afectados por la banda marrón), son una "renuncia" a frenar su expansión.
