De El Baúl de la Abuela a TOBO: cuando un legado textil se transforma en futuro digital
Hablamos con los hermanos Fandiño en A Vivir las Rías para conocer el origen de TOBO
A Coruña
La historia de TOBO comienza mucho antes de convertirse en una marca digital. Sus raíces se encuentran en El Baúl de la Abuela, un comercio textil que durante décadas formó parte del paisaje comercial gallego y del hogar de innumerables familias. Allí crecieron José, Antonio y Alejandra, rodeados de telas, escaparates, talleres en Portugal y, sobre todo, del esfuerzo diario de sus padres. Ese entorno no solo les enseñó el valor del trabajo bien hecho, sino también la importancia de la cercanía, del trato personal y de la calidad como sello innegociable.
Con el paso del tiempo, los tres hermanos comenzaron a visualizar un futuro en el que ese legado no se perdiera, sino que evolucionara. Así surgió TOBO, la marca que representa la transición del comercio tradicional al mundo digital sin renunciar a los valores que hicieron grande a El Baúl de la Abuela. Por eso, titulares como “TOBO: el relevo digital de El Baúl de la Abuela en el textil del hogar” o “De El Baúl de la Abuela a TOBO: la nueva generación que transforma la tradición textil” expresan con fidelidad lo que esta historia verdaderamente representa.
Tradición reinventada para un consumidor digital
TOBO no es simplemente una tienda online: es la reinterpretación del trabajo artesanal aprendido en casa. La venta digital exige nuevas formas de comunicar texturas, calidades y sensaciones, pero los hermanos Fandiño han sabido trasladar al entorno online esa pasión por el detalle que mamaron desde pequeños. Aquí cobra especial sentido otro posible titular que refleja esta esencia: “El Baúl de la Abuela inspira el nacimiento de TOBO, el textil hogar del futuro”.
En un mundo donde el consumidor está acostumbrado a comprar con un clic, TOBO trabaja para romper la frialdad de la pantalla y transmitir confianza, mimo y cercanía, igual que lo hacía el comercio familiar. La marca se esfuerza por contar lo que no se puede tocar: la suavidad de una manta, el grosor de una toalla, la calidad de una sábana hecha para durar.
La esencia artesanal que une dos generaciones
Una de las continuidades más claras entre El Baúl de la Abuela y TOBO es el rigor con el que se seleccionan y confeccionan los productos. Los hermanos siguen colaborando con talleres pequeños en Galicia y Portugal, eligiendo personalmente tejidos, calidades y acabados. Esta forma de trabajar permite afirmar que TOBO es una prolongación natural del comercio familiar, un puente entre dos épocas. Así lo resume la idea “TOBO, la marca que renace del legado de El Baúl de la Abuela”.
En un mercado saturado de productos textiles estándar y producciones masivas, la apuesta de TOBO por la artesanía cercana se convierte en un argumento diferenciador que conserva intacta la esencia del negocio originario.
Una marca con valores: crear hogar dentro y fuera de casa
La herencia familiar no se refleja solo en la manera de fabricar, sino también en la filosofía con la que TOBO mira al mundo. Los hermanos creen firmemente en la responsabilidad social y ya preparan campañas solidarias que permitan ayudar a personas sin hogar durante las navidades. El concepto de “hogar”, tan ligado a sus productos, adquiere un significado más profundo al tratar de llevar calidez a quienes no la tienen. Esta dimensión humana conecta de forma directa con el espíritu solidario que siempre acompañó a El Baúl de la Abuela.
Un sueño a futuro construido sobre raíces firmes
Cuando los hermanos imaginan cómo será TOBO en diez años, siempre aparece la misma imagen: una comunidad que entienda su forma de trabajar, que valore la producción de proximidad y que reconozca en la marca la calidad y los valores heredados del comercio familiar. Es un sueño ambicioso, pero realista, sustentado en la base sólida que les dejó su hogar y su negocio de toda la vida.
De la tradición a la innovación: un legado que continúa
TOBO representa la evolución natural de una historia familiar hecha de esfuerzo, cariño y dedicación. Es la prueba de que el comercio tradicional puede transformarse sin perder su alma y de que las nuevas generaciones son capaces de honrar su pasado mientras construyen un futuro propio. Tal como sugiere uno de los titulares más certeros, TOBO es “el hogar contemporáneo tejido con las raíces de El Baúl de la Abuela”.
