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Alavés-Celta

El día que el Celta bailó sobre la nieve de Mendizorroza

Los de Vázquez ganaron 0-3 con un hat-trick de Jandro

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Vigo

El 6 de marzo de 2005 se vivió en Mendizorroza la mayor goleada del Celta como visitante al Deportivo Alavés. Fue un partido casi perfecto de los celestes en una durísima Segunda División en la que el Celta llegaba como líder a Vitoria y los babazorros eran otro de los equipos favoritos. En su banquillo estaba ese tándem peculiar con el presidente-entrenador Dimitri Piterman y su ayudante Chuchi Cos. Pero el protagonista del partido fue la nieve. Durante toda la noche un manto blanco cubrió toda la capital vasca. La mañana no fue mejor; a las siete de la mañana seguía nevando y todos los accesos al estadio estaban con muchísima nieve.

El partido se iba a jugar el domingo a las 12:00 horas. Pero no pudo ser a esa hora. El Alavés, que contaba con muchas bajas, no veía con malos ojos la posibilidad de poder jugar el partido otro día. Pero no le salió bien la jugada. El gerente del Celta, Sabino López, recibió una llamada a las 08:00 de la mañana para alertarle de que estaban limpiando todos los anexos de Mendizorroza, del propio estadio, pero un manto de nieve de más de un metro de espesor cubría el césped del estadio.

Los equipos llegaron a su hora y la nieve cubría todo el césped. El árbitro dejó claro que el partido se iba a jugar sí o sí ese día y que se iba a demorar su inicio media hora para dar tiempo a su limpieza. Y así fue. Los operarios quitaron toda la nieve hacia las bandas y el partido se jugó con una temperatura bajo cero, con un balón naranja y con una importante cencellada. En la segunda parte volvió a aparecer la nieve y casi no se podía apreciar por televisión casi nada de ese partido maravilloso del Celta de Vázquez.

La alineación para este partido de aspirantes al ascenso la conformaron: Pinto, Ángel, Contreras, Sergio, Roger Guerreiro; Borja Oubiña, Jonatan Aspas, Jandro; Canobbio, Gustavo López y Perera. Con ese sistema del de Castrofeito de 1-4-1-4-1 con Borja Oubiña como único pivote, cuatro mediapuntas y un 9. Un equipo que, desde el primer momento, fue capaz de adaptarse al terreno de juego y a lo propuesto por el rival.

En el minuto 12, Jandro marcó su primer gol y adelantó al Celta. Ya había avisado en otras dos ocasiones pero el Tito Bonano evitó que se convirtieran en gol. Los de Vázquez no se conformaron con defender ese resultado positivo y siguieron siendo los dominadores del encuentro. Concedieron muy poco al rival y eran capaces de dominar bajo la nieve. Y en la segunda parte, lejos de meterse en bloque medio o bloque bajo, el Celta siguió buscando al rival. Y Jandro lograba en el minuto 69 poner el 0-2 casi definitivo. En el minuto 84, llegó el hat-trick del avilesino en otro contragolpe magistralmente llevado por los celestes.

Fue un 0-3 casi perfecto en un contexto imperfecto. Roger Guerreiro, lateral brasileño que llegó al Celta en el mercado invernal, nunca había visto la nieve. Tuvo que jugar en un campo completamente blanco y lo hizo extraordinariamente bien. Curiosamente Roger Guerreiro se acabaría nacionalizando polaco y jugando para la selección de su nuevo país. El Celta bailó bajo la nieve.

Jacobo Buceta

Periodista de Radio Vigo-Cadena Ser desde 1998....