Garcés afronta el reto del mercado de inverno

Vigo

Los mercados de invierno los carga el diablo. Siempre tiene mala fama porque los clubes suelen ir con muy poca fe y con menos dinero. Un mes para fichar y casi todo se reduce a operaciones a la desesperada en el último día e incluso en las últimas horas. Y el Celta no es una excepción. Lo ha demostrado a lo largo de estos últimos años en donde habría que bucear para encontrar operaciones de mercado interesantes. Hubo equipos que, por ejemplo, el invierno pasado sacaron muy buena nota con sus incorporaciones, que fueron importantes, como el Cucho Hernández y Anthony en el Betis, Rubén Vargas en el Sevilla, Maroan Sannadi en el Athletic, Umar Sadiq en el Valencia, Tajon Buchanan en el Villarreal, Ramón Terrats en el Getafe, Stefan Bajcetic en Las Palmas, Duk en el Leganés, Roberto Fernández y Urko González de Zárate en el Espanyol o Grillitsch en el Valladolid. Otros ciertamente no salieron bien, pero sí que es una oportunidad para poder reforzar el equipo de cara a las diferentes aspiraciones y objetivos que tengan los clubes.

El año pasado, Marco Garcés apostó por complacer a Claudio Giráldez con el regreso de Iker Losada y realizó una operación de futuro con Jones, por el que pagó casi 4,5 millones de euros. Un mercado que estuvo muy marcado por la venta por 14 millones de euros de Douvikas al Como sin traer alternativa alguna para reforzar la delantera. Se intentó a última hora a Cris Ramos y no se pudo hacer la operación.

En la anterior ventana de invierno, la primera de Garcés, su apuesta fue fuerte para que Rafa Benítez tuviera jugadores con experiencia y revertir la situación complicada en Liga. Se apostó fuertemente por Allende pagando 4,5 millones a Godoy Cruz. Se trajo a Manquillo, que lo había pedido el técnico madrileño para reforzar la defensa, y también se trajo un perfil de centrocampista polivalente como Jailson, que llegó también libre del Palmeiras.

Ahora llega la tercera ventana de invierno para Marco Garcés y habrá que ver qué es capaz de hacer con los casos de Luca de la Torre y Tadeo Allende, que acaban su cesión en diciembre. También tendrá un buen examen con los cuatro jugadores que se negaron a marcharse del Celta en verano, como son Iván Villar, Marc Vidal, Joseph Aidoo y Franco Cervi. De su posible marcha dependerá que tenga algo de margen de maniobra el director de fútbol del Celta.

A lo largo de la historia hubo también aciertos y desaciertos, acordes y desacuerdos a la hora de reforzar al equipo. Otros jugadores que no se adaptaron y no rindieron. Los mejores fichajes de invierno hechos por el Celta los encontramos en la temporada 02/03 con la incorporación del delantero egipcio Mido, que llegó cedido del Ajax, y, en la temporada 2000-2001, el fichaje del Toto Berizzo, que llegó libre del Marsella. También en la 12-13 el Celta se hace con Fabián Orellana procedente del Granada. En la temporada 97-98, el club también acertó con el delantero Moisés García León, que fue decisivo en el tramo final con sus goles para meter al Celta de Irureta en Europa. Rendimiento bastante bueno dieron jugadores como Lucas Olaza (Boca Juniors), Murillo (Sampdoria), Seferovic (Benfica), Aarón Martín (Mainz 05), Teo Bongonda, Jordi Cruyff (United) o Roger Guerreiro (Flamengo), Smolov (Spartak) o el Chelo Díaz (Hamburgo). Hubo después otros fichajes cuyo rendimiento fue flojo, como Jailson, Jozabed, Hoedt, Lucas Boyé, Demidov, Bradaric o Beauvue y Augusto. Y también hubo en el mercado de invierno celeste grandes petardazos como Papadopoulos, Cellerino, Hoogendorp, Pinilla, Fernando Sales, Ariel Rosada, Hjulsager y Orbelín Pineda. También el mercado nos ha dejado visto y no visto con algunos jugadores como Welliton Silva, Mazán, Pranjic, William, Boudebouz, Facu Ferreyra, Bamogo y Areias o los porteros Luis García y Diego Alves.