La Liga institucionaliza la Hora Celta
Los de Giráldez también visitarán al Oviedo a las dos de la tarde

Real Club Celta

Vigo
Este miércoles se conoció el horario del último partido del Celta antes de los turrones y la Navidad. Un desplazamiento interesante para los aficionados porque es el más próximo: Oviedo. Y, oh casualidad, el Celta volverá a jugar a las dos de la tarde. Nada mejor que la Navidad para cumplir con las tradiciones: el Almendro, Freixenet y la Hora Celta. Será el 20 de diciembre a las 14:00 horas, abriendo la jornada de sábado.
Parecía que, una vez clasificado para Europa, el club celeste subiría puestos en el ranking de pedigrí y que eso también se notaría en los horarios. Que tendría ciertas bonificaciones y mejoras con respecto al pasado año, en donde solamente eras un paria de la tierra. Tras un esperanzador arranque de temporada con horarios dignos, La Liga ya no disimula y ha devuelto al Celta su caché de equipo de la hora de comer. A esa hora en la que se entremezcla el “pásame el pan, Ricardo” con el grito de “¡¡¡penalti!!!”. El Celta se está convirtiendo en un club que atenta directamente contra las comidas familiares, en casa de la suegra, las de amigos, contra el cocido de los domingos o la salida el sábado para ir a comer fuera, como sí pueden hacer en el resto de España. El Grinch de los horarios ha abierto fuego amigo contra el aficionado vigués y esto ya no es anecdótico. Y es que esta fecha sale justo en el parón de selecciones antes de jugar este sábado en Mendizorroza… ¡¡A las 14:00 horas!!
Los celestes solamente han tenido pase VIP del domingo a las 21:00 horas cuando se han enfrentado a los tres tenores. Ya ha jugado contra el Atlético de Madrid y Barcelona a esa hora y también lo hará en el Bernabéu en el puente de la Constitución. Pero el anterior partido terrenal, justo antes del Barcelona, fue contra el Levante en el Ciutat de Valencia. El Celta también lo jugó a las dos de la tarde de un domingo. Pero es que el 21 de septiembre también rindió visita en sesión vermú al Rayo Vallecano en Vallecas. Jugó un domingo a las 14:00 horas. Una semana antes, el equipo de Giráldez recibía al Girona en Balaídos. Fue un 14 de septiembre y lo hizo a la Hora Celta: las dos de la tarde. Y no lleva más encima porque, en agosto, los primeros partidos del fin de semana eran a las cinco de la tarde por el calor. ¿Quién pringó con ese horario a la hora a la que nadie quería jugar porque se derretían los balones? Tranquilos, que aquí están los pringados del noroeste. Efectivamente, los tres primeros partidos del Celta fueron a las cinco de la tarde contra el Getafe en Balaídos, en Son Moix contra el Mallorca y contra el Villarreal en Balaídos. Faltaría más.
Si el Celta no está en Europa, pues juega a las dos porque no está en Europa. Si el Celta está en Europa, pues también juega mucho a las dos porque está en Europa, pero es el último de la fila. Es la última rebanada del pan Bimbo continental. Y eso que juega la Europa League. No me quiero imaginar si estuviese en la Conference League. El Celta es “europeo ma non troppo”. Un nuevo agravio para el aficionado celeste porque el siguiente horario más repetido es el de las 16:15 horas. El segundo partido de la jornada. Menos mal que está en Europa.
Para ir al partido de Vitoria de este fin de semana, los celtistas tendrán que elegir el tipo de viaje que desean o pueden hacer. Está el de empalmar la salida del trabajo con llegar de madrugada. También pueden optar por pedir la tarde del viernes, o salir el sábado cuando están poniendo las calles. En Oviedo les tocará a muchos salir a las ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador que cantaba Sabina. Dicen que es la mejor liga del mundo. Eso no se sabe. Lo que sí es una evidencia es que la competición quiere que el horario de las dos de la tarde sea territorio celeste; es la Hora Celta. Y seguro que lo va a seguir siendo. Hay que tomarlo como un halago y como una oportunidad. Halago porque el Celta es como una especie de Plácido de Berlánga; el Celta es el "siente a un pobre en tu mesa europea".
Es también una oportunidad porque la Liga había apostado en su día, o eso decía por lo menos, que la hora era perfecta para conquistar el mercado asiático. Algún día sabremos el impacto real en China y todo Asia de aficionados al fútbol español cantando el “creo que estou namorado” por las calles de Beijing o de Singapur mientras se toman una 1906. Es una invasión celeste tranquila. Solamente se le puede estar agradecidos a la Liga por cuidar nuestro colesterol y nuestro ácido úrico al evitar la temporada de cocidos y la temporada de la centolla. El aficionado celtista o se apunta al brunch o a la dieta del bocata o se apunta al ayuno intermitente. Nutricionistas a mí.

Jacobo Buceta
Periodista de Radio Vigo-Cadena Ser desde 1998. Director de Hoy por Hoy Vigo desde 2008 y narrador de...




