En Lugo hay 859 casos activos en el sistema VioGén, que solo está implantado seis municipios

Lugo

Lugo es la provincia gallega con menor implantación del sistema VioGén. Solamente seis de los 67 municipios que la componen forman parte de la red de protección a las víctimas de violencia machista. A pesar de ello, en total hay 859 casos activos, según datos de la subdelegación del Gobierno.

Además, 175 mujeres tienen más de un agresor y 828 de los casos tienen orden e protección. Se supervisas 45 dispositivos de control telemático. Estos datos, para la subdelegada, Olimpia López, recuerdan la "importancia de ofrecer una respuesta a las víctimas" y, sobre todo, "refutan cualquier teoría negacionista".

Desde la Plataforma Feminista de Lugo, Anuska Díaz advierte cómo las redes sociales son hoy en día terreno abonado para la expansión de discursos retrógrados entre los más jóvenes. "Veo que hay muchos factores que influyen, pero sí que vemos que las nuevas generaciones están muy en contacto con ese mundo de las redes, de los grandes titulares, pero con poca profundidad, las fake news, destes argumentarios machistas", explica. "Todo eso", añade, "alimenta a los jóvenes y hace que piense que ser facha está de moda".

Su compañera y portavoz de la Plataforma Feminista, Ana Torrón, cree que "salir a la calle" en este 25N es "un deber inexcusable" para dejar claro que "no podemos ser ninguneadas ni vamos a volver atrás en los derechos que fueron dramáticamente conquistados por nuestras mayores, por nosotras y sobre todo por las que viene detrás".

Las trabajadoras del SAF en el centro de la reivindicación

El asesinato de Teresa, trabajadora del SAF en O Porriño, asesinada por un usuario al que atendía, hizo que se reparase en la situación de protección en la que se ven sumidas las empleadas de este servicio. "Situaciones de violencia, acoso, intimidaciones y vejaciones", relata Torrón, que cuenta que han recogido testimonios durante los dos últimos meses. "En cuanto entran en un hogar y se cierra la puerta, se producen tocamientos, proposiciones fuera de lugar o abusos", cuenta.

Muchas de estas mujeres "se ven obligadas a este tipo de trabajos por la precariedad". Sobre todo mujeres migrantes, matiza, que "todavía sufren más al verse indefensas, porque no tienen una red de apoyo y tienen miedo de perder su empleo".