La Xunta de Galicia defiende la necesidad de más recursos para combatir la violencia de género
Roberto Barba, director xeral de Loita contra a Violencia de Xénero de la Xunta, destaca avances, desafíos y la necesidad de más recursos en la lucha contra la violencia de género

Roberto Barba, director xeral de Loita contra a Violencia de Xénero da Xunta de Galicia
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A Coruña
En el marco del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el director xeral de Loita contra a Violencia de Xénero de la Xunta de Galicia, Roberto Barba, analiza los avances logrados en los últimos años y los retos aún pendientes.
Barba invita a realizar un ejercicio de memoria: “Siempre estamos acostumbrados a mirar hacia adelante, pero también debemos mirar hacia atrás”, señala, destacando que en las dos últimas décadas se ha producido “un cambio de mentalidad fundamental en la sociedad”.
Según explica, este avance social ha sido posible gracias al trabajo conjunto de las instituciones y, especialmente, a la labor de los medios de comunicación, cuya presión y sensibilización han contribuido a visibilizar que “la violencia de género no es un asunto privado, sino un problema que nos afecta a todos y a todas”.
Qué queda por hacer: sensibilización, prevención y detección
Aunque reconoce los progresos, Barba subraya que aún queda camino por recorrer.
Apuesta por reforzar las políticas activas, cambiar la forma en que se entienden las relaciones afectivas y profundizar en tres pilares básicos:
Sensibilización
Prevención
Detección precoz
Estos ejes, afirma, son esenciales para “seguir ganando la batalla a la violencia de género”.
Entre los datos que considera positivos, destaca el aumento de denuncias —síntoma de mayor confianza y concienciación— y la reducción progresiva de víctimas mortales.
Recursos disponibles: “Cuantos más, mejor”
Preguntado sobre si existen suficientes recursos para combatir la violencia machista, Barba es claro: “Todo es mejorable”.
Defiende que tanto Galicia como el Estado han incrementado su inversión, pero muestra preocupación por la descompensación entre el aumento de medidas del Pacto de Estado —que han pasado de 260 a 460— y un presupuesto que “sigue siendo prácticamente el mismo”.
Para Barba, es imprescindible que la financiación crezca acorde a las nuevas obligaciones que asumen las comunidades autónomas.
Coordinación entre administraciones: Galicia, un ejemplo positivo
Galicia, según explica, mantiene una coordinación efectiva entre administraciones estatal, autonómica y municipal.
Pone como ejemplo los Centros de Información á Muller (CIM), de titularidad municipal pero regulados y financiados parcialmente por la Xunta mediante un decreto.
“Todo es mejorable, pero no tenemos grandes problemas en ese sentido”, apunta.
La preocupación por los jóvenes y el impacto de las redes sociales
Uno de los desafíos más serios es el calado de discursos que niegan o minimizan la violencia de género entre algunos sectores de la juventud.
Barba reconoce que estos mensajes no son nuevos, pero las redes sociales los amplifican.
Destaca la importancia de mostrar a los jóvenes que la violencia existe en su entorno más cercano y cita el éxito del nuevo programa de la Xunta en centros educativos, donde víctimas reales comparten sus experiencias.
“Nunca he visto clases más calladas”, afirma.
Este impacto directo, considera, es clave para desmontar mitos y generar conciencia.
Nuevas formas de violencia: la irrupción del ámbito digital
Barba recuerda que hace dos décadas no existía la violencia digital, hoy una de las formas más extendidas entre jóvenes y adultos.
Las tecnologías permiten amplificar el daño psicológico, el control y el hostigamiento a través de redes sociales, mensajería o difusión no consentida de contenidos.
Por ello, insiste en seguir trabajando desde la educación emocional, la prevención y la actualización constante de herramientas legales y sociales.
Debate sobre los centros de crisis 24 horas: ¿Por qué A Coruña no cuenta con uno propio?
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, reclamó recientemente un centro de crisis 24 horas específico para la ciudad, un servicio para víctimas de violencia sexual.
Barba explica que la normativa estatal obligaba a implantar un centro por provincia, aunque Galicia decidió abrir cinco, dos de ellos en la provincia de A Coruña: uno en Ferrol y otro en Santiago.
Estos centros fueron financiados inicialmente con fondos europeos MRR, pero ahora su mantenimiento depende de los presupuestos transferidos por el Estado.
Para abrir nuevos centros, advierte Barba, sería necesaria una financiación adicional: “Si los datos justifican la necesidad y el Estado aporta una partida específica, no tendríamos problema en implementarlo.”
La Xunta evaluará en enero las estadísticas anuales para determinar si A Coruña necesita un tercer centro.
También destaca que los centros de crisis gallegos cuentan con una presencia física continua, algo poco habitual: “Siempre hay una persona presencial para atender a la víctima, sea la hora que sea”, subraya.
Avances sólidos, retos urgentes
Roberto Barba defiende que Galicia ha realizado un importante esfuerzo en materia de combate a la violencia de género, con recursos pioneros y una coordinación notable entre administraciones.
Sin embargo, subraya la necesidad de más inversión estatal, mayor trabajo con la juventud y una adaptación constante a las nuevas formas de violencia.
La lucha, recuerda, es colectiva: requiere políticas públicas, educación, recursos adecuados y una ciudadanía comprometida.




