Dos años de cárcel por clavar una navaja en la cara a un hombre
La mujer, de nacionalidad colombiana, reconoció el delito ante el tribunal de la Audiencia Provincial

Foto de archivo de la Audiencia provincial de Ourense

La mujer reconoció en la Audiencia su responsabilidad en los hechos y la Fiscalía modificó su petición dejando en dos años la privación de libertad (le quedan por cumplir en torno a seis meses ya que lleva en prisión ya cerca de año y medio) y retira la propuesta de expulsión. Los hechos por los que fue imputada ocurrieron el 2 de junio del 2024, poco después de las cinco y media de la madrugada. Se originó una pelea entre dos hombres en una discoteca de la calle Doctor Fleming de Ourense. Ella estaba en ese local con su primo y la mujer de este. Su pariente se enzarzó en la disputa, pegó a otro y echó a correr, pero fue retenido por un amigo del agredido. Ella acudió y lo ayudó a liberarse de su captor y entre los dos lo redujeron y lo agredieron con las armas blancas que llevaban consigo. Su primo golpeó en las extremidades superiores, causando a su víctima una herida de seis centímetros de longitud en el antebrazo izquierdo y otras dos, más superficiales, en el brazo y la palma de la mano derecha. Ella solo dio un golpe, pero le clavó la navaja en la cara, justo debajo del ojo derecho, provocando una herida en el pómulo de 4 centímetros con comunicación orofaríngea y fractura de los huesos de la nariz. Precisamente por esas lesiones, las secuelas que le quedaron y el tiempo durante el que el hombre tuvo que estar de baja para curarse, la fiscalía incluyó en su petición de pena para la mujer el pago de 5.300 euros en concepto de responsabilidad civil.
La mujer consiguió esquivar su principal preocupación: ser repatriada a Colombia. Estaba imputada por haber herido a un hombre en la cara con un arma blanca durante una reyerta en una discoteca ourensana y la Fiscalía pedía inicialmente para ella tres años de prisión y la expulsión del territorio español durante ocho. Pero su abogado logró negociar un acuerdo para reducir esa pena a cambio de que reconociese su culpabilidad. Lo hizo en una breve comparecencia ante los miembros del tribunal en la que también se entregó la documentación que demostraba que estaba asentada en la ciudad y que tiene arraigo familiar en ella, ya que lleva viviendo en Ourense varios años con su hijo, que está estudiando en un instituto, y su madre.




