"Puede retrasar las reformas, pero no evitarlas": estos son los posibles escenarios para el futuro de Sargadelos

Lugo

Segismundo García, el propietario de Sargadelos, anuncia que reabrirá la fábrica, pero confirma que ni ha realizado ninguna de las 36 reformas a las que le obliga la ley ni tiene intención de acometerlas. Lo hace público en un comunicado en el que también culpa a la inspección laboral y a la Xunta de Galicia de haber generado una "situación de alarma".

Después de que el presidente del gobierno gallego, Alfonso Rueda, lanzase un ultimátum al empresario instándole a retomar la normalidad en la fábrica, García accede a la reapertura, pero no a cumplir la legislación en materia de protección laboral. En este contexto, surgen muchas dudas sobre qué posibles escenarios se presentan en Sargadelos si su administrador único se mantiene férreo en su negativa.

Posibles consecuencias

La abogada laboralista Eliana Méndez, de Salvatierra Abogados, explica que "prácticamente no tiene ninguna posibilidad de evitar las mejoras a medio plazo". Sí que podría "intentar retrasar su ejecución alegando motivos técnicos o económicos, o presentar recursos administrativos", pero apunta que "las obligaciones de prevención de riesgos laborales siguen vigentes", incluso aunque haya "dimitido de sus funciones ejecutivas".

Aunque el empresario mantenga la intención de abrir, si no realiza las mejoras que se le requiere, entonces sería la Xunta de Galicia como "autoridad laboral" quien podría "cerrar parcial o totalmente las instalaciones si detecta riesgo para la salud, especialmente tratándose de silicosis". "En definitiva", concluye, "puede demorar, pero no evitar las reformas".

Si a pesar de todo el administrador único de Sargadelos continúa sin acatar la legislación, las posibles consecuencias que tendría abren diferentes escenarios. "Puede haber un procedimiento sancionador que implique una multa económica por incumplir los requerimientos de seguridad", apunta la abogada, "y la autoridad puede obligar formalmente a ejecutar las obras en un plazo concreto".

Por otro lado, "si se concluye que la exposición al polvo de sílice es peligrosa, la inspección puede detener líneas de producción o toda la planta, independientemente de la voluntad del administrador". No solo eso, sino que si se llega a considerar que los trabajadores se ven expuestos a un "riesgo grave para su salud" puede derivar en "responsabilidades personales del empresario, incluso si ya no ejerce funciones ejecutivas formales".

Las nóminas tendrán que pagarse

Otra de las preocupaciones de los trabajadores era el cobro de la nómina de noviembre, que no les fue ingresada en el último día del mes, como venía siendo habitual. Segismundo García presentó su dimisión como CEO de Sargadelos antes de haberlas firmado, y por lo tanto no se abonaron.

Por lo de ahora, según apuntan fuentes sindicales, ya se han realizado los ingresos a una parte de los trabajadores, y la abogada Eliana Méndez añade que todos los empleados deberán cobrarlas. "La dimisión del propietario no exime a la empresa de pagar las nóminas, las obligaciones salariales siguen siendo exigibles", explica.

En caso de que no se ingresen, "los trabajadores pueden reclamar judicialmente los salarios y el impago puede constituir infracción grave". Si la situación se prolonga, podrían solicitar "incluso la extinción del contrato".