La fuerza de nuestras abuelas: el homenaje de Ana Lena Rivera en La casa de huéspedes
Ana Lena Rivera explica cómo el silencio marcó las vidas que inspiran La casa de huéspedes

Ana Lena Rivera, escritora de 'La casa de los huéspedes'
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A Coruña
La escritora Ana Lena Rivera vive un momento especialmente emocionante con la publicación de La casa de huéspedes, una novela donde historia, memoria familiar y silencios heredados se entrelazan para dar vida a un retrato profundo del siglo XX español. En una reciente entrevista, la autora compartió el origen íntimo de esta obra y el vínculo esencial que mantiene con A Coruña, ciudad que marcó el inicio de su carrera literaria.
Una acogida cálida: la novela que los lectores han hecho suya
Desde su lanzamiento, La casa de huéspedes ha recibido una extraordinaria acogida. Ana Lena Rivera se muestra agradecida:
“Los lectores la han hecho suya desde el primer día”, afirma. El boca a boca, las recomendaciones y los mensajes que le llegan a diario están siendo —según la autora— la mejor motivación para seguir escribiendo.
La novela emociona porque muchos lectores reconocen en sus páginas la historia de sus propios familiares, un efecto que conecta directamente con la raíz real de este libro.
Una casa real convertida en ficción histórica
Aunque los personajes son ficticios, La casa de huéspedes bebe de historias auténticas. Existió realmente un hostal familiar en Madrid, propiedad de los tíos abuelos de la autora, donde Ana Lena escuchó durante años relatos de huéspedes procedentes de todos los rincones de España.
La novela viaja por las décadas más convulsas del siglo XX —desde 1936 hasta finales de los años 70— retratando cómo era la vida cotidiana: los olores, los sabores, los miedos, las rutinas, y la lucha por sobrevivir y encontrar momentos de felicidad incluso en tiempos difíciles.
La autora destaca que ha querido ser fiel tanto a la gran Historia como a la pequeña historia, aquella que forjaron personas comunes cuyos nombres no aparecen en los libros, pero que sostuvieron al país en las horas más duras.
Mujeres que resistieron sin saber que eran resilientes
Uno de los ejes más potentes del libro es el retrato de las mujeres de la época. Mujeres que —como apunta la autora— no conocían la palabra “empoderamiento”, ni “resiliencia”, ni “sororidad”, pero que encarnaron todas ellas.
Lavaban en ríos helados cantando, caminaban con los zapatos en la mano para no estropearlos antes de bailar, sacaban familias adelante en medio de la posguerra y transformaban el dolor en fuerza.
Sus vidas son el reflejo de un siglo turbulento y de una sociedad que imponía roles férreos tanto a mujeres como a hombres.
El silencio como herencia y como herida
Ana Lena Rivera subraya que muchos de los traumas del pasado no nacieron del hecho en sí, sino de la imposibilidad de contarlo.
“El silencio es lo más doloroso”, explica.
Ese “calla, niña, esto no se cuenta” dejó marcas que, según recuerda, se transmitieron de generación en generación.
En La casa de huéspedes hay silencios que explotan, secretos que se revelan y momentos que obligan a los personajes a enfrentarse a verdades difíciles. Todo ello sin olvidar la misión principal de la novela: entretener, generar emoción y mantener al lector deseando pasar a la siguiente página.
A Coruña: el lugar donde comenzó todo
La relación de Ana Lena Rivera con A Coruña es profunda. La escritora confiesa que allí nació su carrera profesional.
Tras 18 meses recibiendo únicamente silencios de editoriales y agentes, estuvo a punto de renunciar a su sueño literario. Pero entonces llegó el Premio Torrente Ballester, un galardón decisivo que abrió todas las puertas: editorial, agencia y visibilidad.
“A Coruña es gracias. Gracias, gracias.”
Así resume su emoción al recordar que su primera presentación, su primer contacto con libreros y su primera oportunidad real llegaron desde esta ciudad.
Del silencio a la visibilidad
Para la autora, los silencios fueron la parte más dura de sus inicios. El “no” siempre permite seguir adelante, pero el silencio prolonga la incertidumbre y la sensación de invisibilidad.
Todo cambió con aquel premio que transformó su trayectoria y la condujo, años después, a publicar La casa de huéspedes, su sexto libro.
La entrevista concluye con una reflexión poderosa: si la literatura tiene una misión, es la de romper el silencio.
La casa de huéspedes lo hace recuperando voces del pasado, honrando a quienes vivieron tiempos difíciles y recordando que la fuerza, muchas veces, nace de aquello que no se dijo.




