Claudio Giráldez se doctora en el Bernabéu

Vigo

Necesitaba Claudio Giráldez una victoria contra alguno de los tres grandes de la Liga. El año pasado estuvo a punto de asaltar Montjuic, pero no pudo mantener un 1-3. También se le escapó vivo el Atlético de Madrid en el Metropolitano con un gol de Sorloth casi sobre la bocina. Llegaba al Bernabéu el Celta con dudas por la derrota contra el Espanyol en casa y por el mal partido copero. Enfrente un Real Madrid que, en casa, llevaba 8 victorias en 8 partidos en los que solamente había encajado 4 goles. Es decir, solamente 0,5 goles por partido. Llegaban los de Xabi Alonso con la moral alta por el buen partido de San Mamés con una contundente victoria por 0-3.

Pero lo que no esperaban encontrar era una versión tan seria, ordenada y bien trabajada del Celta de Giráldez que le ganó en la pizarra la partida a Xabi Alonso. Los celestes concedieron muy poco y, lo poco que hubo, Radu volvió a demostrar que es una de las mejores noticias de la temporada. Perdónales, Andrei, porque no sabían lo que hacían al dudar tanto de ti.

No solo se dedicó el Celta a defender bien, sino que leyó muy bien las debilidades del rival y buscó a Asencio en su lateral y la espalda de Carreras como central zurdo. Hubo varias llegadas con peligro de los celestes, pero con finalizaciones muy deficitarias. Lo que Charly Rexach llamaba "medias ocasiones". Pero sí estaba encontrando el Celta los espacios para hacer daño o, por lo menos, intentarlo, a un Real Madrid al que le costaba construir y al que le costaba presionar.

Se llegó al descanso con 0-0 y la salida de Williot fue justicia poética. El sueco fue protagonista de una de las acciones más impactantes de la Copa del Rey 24-25 cuando un penalti claro de Lunin se transformó en un "sigan" y un posterior gol de Mbappé a la contra. La cara del sueco era un poema, no dando crédito a aquello que había vivido en el Bernabéu. Hoy llegó su hora de la venganza y fue, en plato frío y por partida doble.

Cuando bajó la presión del Real Madrid, el Celta comenzó a tocar con mucho criterio el balón y así llegó la jugada del 0-1. Mingueza filtra un pase a Ilaix que se la deja a Bryan. El andaluz encara una vez más a Asencio y mete un pase perfecto al punto de penalti. Williot se inventa un remate de tacón con el cuerpo girado que es un auténtico escándalo. Era su primera venganza por lo del año pasado y hacía soñar a los casi mil celtistas que estaban en el Bernabéu. Fue la primera vez que los enfocaron las cámaras de Movistar. Para darnos cuenta de que aquellos de azul eran seguidores del otro equipo que jugaba contra el Real Madrid.

La presión ya se notó en un equipo local que sabía que el Barcelona podía abrir todavía más distancia en la clasificación. De cinco a favor a cuatro en contra, por lo que los nervios pasaron a primer plano. Sobre todo cuando no eran capaces de crear demasiado peligro y el Celta tocaba y escondía el balón. Fruto de esa desesperación, Fran García comete el error de hacer una entrada de tarjeta teniendo amarilla. Segunda y a la calle. Dejaba a su equipo con diez. Y ahí sí que se vio la mejor versión del Real Madrid tirando de ese orgullo que le hace ser un equipo especial y al Bernabéu un campo tan complicado.

Fue una lluvia de centros laterales con algunas opciones de remate, pero no demasiado claras. Álvaro Carreras perdió los papeles y se fue a la calle por encararse con el árbitro. El Real Madrid se quedaba con 9 y el Celta escondía el balón. Pero Iago Aspas quería más y se dedicó a ejercer de quarterback lanzando los ataques de su equipo para la sentencia. Y esta llegó en el 93. La segunda venganza de Williot. Jugada brutal del Celta triangulando hasta llegar al área del Madrid; Rueda busca a Aspas, que se inventa un pase de crack para dejar a Williot solo delante de Courtois. Era un déjà vu con la jugada de la Copa del año pasado, pero cambiando a Lunin por el belga. Willy encara y, con una tranquilidad fuera de lo común, sienta a Courtouis y marca a puerta vacía.

Estallaban los aficionados del Celta que se dieron cita en el Bernabéu y también en el banquillo visitante. Se merecía Claudio un día así y lo ha tenido. Una de esas noches que pasarán a la historia suya y del Celta. No ganaba en Liga en el Bernabéu desde 2006, cuando Fernández Vázquez había logrado su segundo triunfo consecutivo. Antes, Víctor Fernández y Albéniz habían logrado vencer en el templo merengue. Hoy Claudio comparte mesa con ellos. Hoy Willy se ha quitado un peso de encima. Hoy Iago cumple 400 partidos en Primera con otra asistencia made in "Príncipe de las Bateas".

Victoria en el Bernabéu, cuarta consecutiva fuera de casa, alcanzar los 19 puntos y portería a cero. Como cantan Tony Lomba y Elio dos Santos: Hoy es un día especial.