La mirada de Jorn Lucas: El diablo está en los detalles

A Coruña

Acabo de volver de una semana en los Países Bajos. Fuí a ver a mi familia y a mis compañeros de la emisora donde trabajo. Como siempre, un gustazo volver a ver a todo el mundo. Igual que volver a Galicia fué maravilloso.

Al llegar aquí me encontré con un debate sobre las luces de Navidad. Que si son cutres, que si el mercadillo no es lo que prometieron. En San Andrés hasta se cayó una luminaria. Con todo esto, la oposición tiene material de sobra para reírse del Ayuntamiento hasta fin de año.

Lo que pasa es que vivimos en un momento en el que los populistas se comportan como niños en una tienda de juguetes: cogen lo que pueden y cómo pueden. Ya da igual el qué y da igual el cómo. Y lo que de verdad importa — nuestros valores, nuestras normas, nuestro Estado de derecho, la democracia — parece que ya no importa nada. Así que una discusión absurda sobre las luces se convierte de repente en lo más importante del mundo.

Algo irónico es. Los populistas, que siempre van a la imagen fácil, ahora se fijan en los detalles. Y tienen razón: porque el diablo está en los detalles.

Pero mientras aquí estamos liados con las luces de Navidad y en Madrid se sueltan palabras como sanchismo y dictadura así, sin más, los Americanos han dejado los papeles del divorcio en Bruselas y en Moscú no paran de reírse.

Así que, María Pita: poned ya las luces y arreglad la ciudad. Como dije en enero: Make Coruña Great Again. Lo necesitamos, porque si no nos fijamos en lo pequeño tampoco podemos fijarnos en lo grande. Haciendo Europa great again. The devil is in the details, empezando en Coruña.