Muere Robe Iniesta: la última vez que se bajó de un escenario fue en Vigo

Vigo

Hoy “Lo Que Aletea en Nuestras Cabezas” es una despedida, "Un Suspiro Acompasado", el último de Robe Iniesta. Ese que entonaba en Vigo por última vez hace hoy un año, un mes y un día aquello de “"El tiempo, que no nos tiene en cuenta, a ver si le paramos los pies. Y cuando se dé media vuelta, poder vivir de una vez." Él paró el tiempo, porque cuando encendemos la radio y hoy solo suena él, nos lleva a esos escenarios bajo los que escuchamos su música, a esos coches en los que retumbaban esas palabras profundas escondidas tras un rock melódico y duro. Parece que una incongruencia, pero las letras del que llaman el último de los filósofos podían parecerlo también estando llenas de verdad.

El último concierto

Puso música a nuestras vidas y vida a sus canciones. Una vida que se le ha acabado pese a que, insisto, él paró el tiempo. Lo hizo por ultima vez en Vigo. Ante 5.000 personas que aquel 9 de noviembre de 2024 acudían al IFEVI sin saber que aquel iba a ser su último concierto. Quedaba mucha gira por delante. Sin embargo, unos días después, suspendía de manera indefinida los últimos conciertos de aquella "Ni santos ni inocentes" debido a problemas de salud, tras un tromboembolismo pulmonar, que le obligó a guardar reposo absoluto.

La suspensión se dio de forma indefinida, ya que el propio artista declaró en un comunicado: "No sé cuándo voy a estar en condiciones" de volver a los escenarios, por lo que no se habló de aplazamientos. Y nunca hubo más conciertos.

Hasta siempre

"¡Hasta siempre! Besos y abrazos." Se despedía en aquel comunicado. Algo menos de 50 euros, gastos de gestión incluidos, les costó a aquellas 5.000 almas la entrada. Hoy pueden enmarcarla. Fueron las últimas.

Con todo hoy sigue parando el tiempo y lo escuchamos cantar "Y el día que me vaya / no quiero más que me dé la mano / el tiempo perdido / y que me diga al oído, 'No me has perdido tanto'."

Hoy se ha ido, pero nos ha dejado su "Dulce introducción al caos", sus canciones que resuenan como una “Nana Cruel”, en una “Mierda de filosofía” que nos deja hoy como homenaje, bailando como putas locas con sus canciones. Seguro que le gustaría.