Embestida por un camión la casa de Papá Noel en Vigo

La vivienda de Papá Noel instalada en la calle Policarpo Sanz, donde recibe diariamente a los más pequeños desde finales de noviembre, ha estado a punto de sufrir un derrumbe este martes.

El origen del problema fue una maniobra en el espacio de circulación existente entre la caseta y el Teatro García Barbón, una zona reservada exclusivamente para vehículos autorizados. En ese momento, en torno a las 12h30 de la mañana, un coche estacionado dificultó el paso de un furgón de carga y descarga que transitaba por el lugar.

El incidente ha obligado a los servicios municipales a apuntalar de urgencia la estructura, lo que impedirá que la caseta abra sus puertas esta tarde para recoger las cartas y peticiones de regalos de las familias viguesas.

Varios testigos presenciales relatan que el transportista intentó avanzar por el estrecho hueco restante. Sin embargo, en la maniobra, la parte superior de la furgoneta impactó contra una de las esquinas de la vivienda, precisamente donde se ubica el pequeño balcón decorativo de la planta superior.

El golpe provocó el desprendimiento parcial de los elementos de madera y comprometió seriamente la estabilidad estructural de la cabaña. Afortunadamente, Papá Noel, los elfos y los renos se encuentran en perfecto estado.

Intervención inmediata y cierre temporal

Para evitar que la fachada se viniera abajo, la furgoneta permaneció inmovilizada contra la estructura hasta la llegada de los operarios, quienes procedieron a instalar tres puntales metálicos para asegurar el voladizo dañado. La zona ha sido acordonada con cintas de señalización para garantizar la seguridad de los peatones.

Tras una primera inspección, la casa no podrá abrir hoy en su horario habitual de 17:00 a 21:00 horas. Aunque está previsto el envío de una grúa para iniciar las reparaciones, no es seguro que los trabajos puedan concluirse a tiempo para retomar la actividad de forma inmediata.

Por el momento, el "hogar" más visitado de la Navidad viguesa ofrece una imagen inusual: maderas astilladas, refuerzos de hierro y un perímetro vallado, a la espera de que los técnicos den el visto bueno para que Papá Noel pueda volver a ocupar su sillón.