Vigo exige a la Xunta que cumpla la ordenanza de ruidos municipal para abrir la nueva tolva de Sogama en Guixar

La apertura de la tolva de biorresiduos en la planta de transferencia de Guixar se ha convertido en el nuevo escenario de confrontación entre el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia. El gobierno local ha declarado este miércoles que no habrá luz verde hasta que Sogama demuestre que la instalación no vulnera la normativa sobre contaminación acústica.

La concejala de Urbanismo, María Xosé Caride, confirmó que el informe de ruidos presentado por la empresa pública el pasado 14 de octubre ha sido rechazado oficialmente.

Según la edil, el documento "no justifica el cumplimiento" de los requisitos técnicos exigidos por la ordenanza municipal de ruidos y vibraciones, una resolución que ya fue notificada a la administración autonómica el pasado 11 de diciembre.

Tensión entre administraciones

Este anuncio llega como respuesta directa a las declaraciones de la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, quien ayer martes instó al Concello a desbloquear el trámite de forma inmediata. Vázquez sugirió que los retrasos podrían tener una motivación política más que técnica: "Espero que no se trate de un parón para demorar la planta en sí", señaló la conselleira, defendiendo la validez de los informes técnicos presentados por su departamento.

Frente a estas sospechas de "bloqueo", Caride ha insistido en que se trata de una cuestión puramente legal y de protección vecinal. La concejala ha demandado a la Xunta que aporte un estudio de ruidos riguroso que se ajuste a los estándares locales para garantizar que la actividad de la tolva no afecte al descanso y la salud de los ciudadanos.

Por el momento, la infraestructura permanecerá inactiva hasta que Sogama subsane las deficiencias señaladas por los técnicos municipales.