El Pleno de Vigo exige a Xunta y Diputación costear dos tercios de la ampliación de Balaídos para el Mundial 2030

El camino de Vigo hacia el Mundial de Fútbol 2030 ha vuelto a encender el debate político en el Pleno Municipal. En él se aprobaba este lunes, con los votos a favor del PSOE y la abstención de PP y BNG, una moción para instar a la Xunta de Galicia y a la Diputación de Pontevedra para que asuman, cada una, un tercio del coste de las obras de remodelación del estadio municipal de Balaídos.

El objetivo: 43.000 asientos

El concejal de Fomento, Javier Pardo, ha defendido la urgencia de esta medida tras asegurar que, tras la renuncia de Málaga, "es indiscutible que Vigo será sede". Sin embargo, para cumplir con el cuaderno de carga de la FIFA, el estadio debe ampliar su capacidad hasta los 43.000 espectadores.

Según el edil socialista, esto requiere una reforma integral de la grada de Tribuna que incluya, además, la compleja reubicación de dos colectores de agua en la zona.

Pardo no ha ahorrado críticas hacia otras instituciones, calificando de "timo y estafa" la exclusión inicial de Vigo de la lista oficial de sedes. El concejal ha acusado directamente al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, de actuar "en connivencia" con Rafael Louzán para favorecer la candidatura de A Coruña en detrimento de la viguesa. "Es un asunto de máximo interés que se debe desarrollar de forma inminente", sentenció.

Transparencia y acuerdos a cuatro bandas

Pese a la aprobación de la moción, los grupos de la oposición se han mostrado críticos con las formas del Gobierno local.

La concejala del PP Luisa Sánchez ha propuesto un "acuerdo histórico" que incluya también al Gobierno de España para "blindar económicamente" la candidatura. Sánchez ha reprochado al alcalde, Abel Caballero, su falta de respuesta a las propuestas enviadas hace meses y ha asegurado que el compromiso de la Xunta y la Diputación con el estadio es real y conocido por el Concello.

El portavoz nacionalista, Xabier Pérez Igrexas, ha calificado el debate como un "desvío de atención". El BNG ha solicitado, sin éxito, un estudio riguroso sobre el coste total de las inversiones necesarias y el retorno económico real que tendría el evento para la ciudad, denunciando que existen "dos elefantes en la sala" (el coste y el retorno) de los que el Gobierno no quiere hablar.

Finalmente, las enmiendas de la oposición fueron rechazadas por el grupo socialista —que alegó que llegaron "tarde, mal y a rastro"—, sacando adelante su propuesta de financiación tripartita en solitario. El futuro de Balaídos queda ahora pendiente de la respuesta de Santiago y Pontevedra ante esta exigencia de cofinanciación.