Un 2025 para creer en el deporte coruñés

A Coruña

El deporte coruñés cerró 2025 con más luces que sombras y con la sensación de que muchos proyectos han encontrado una base sólida sobre la que construir. Fue un año de pasos firmes, de consolidación y también de aprendizajes, pero sobre todo de ilusión recuperada en varios ámbitos, con una respuesta creciente de la afición y una mayor presencia del deporte coruñés en el panorama estatal.

En el fútbol, el Deportivo avanzó en estabilidad y competitividad, asentando un proyecto reconocible y reforzando su apuesta por la cantera, aunque el ansiado salto definitivo siguió resistiéndose. Jugadores como Barcia, Yeremay o Mella son pilares fundamentales en la primeira plantilla, apareciendo por detrás valores como Samu, Carrillo o Nsongo que anuncian nuevas alegrías para el aficionado deportivista. El Deportivo Abanca cerró la permanencia en la máxima cateogría y ha empezado a poner los pilares para repetir celebración en 2026. La ciudad deportiva de Abegondo ha sufrido una transformación radical y se perfila como un centro puntero para seguir criando a los nuevos valores del equipo. Los éxitos del equipo juevenil y el Fabril dan muestra de que la tendencia ya es imparable. El contrapunto en 2025 ha sido la falta de sintonía entre club y Concello para conseguir pactar una reforma de Riazor que le de a club y ciudad una instalación del siglo XXI y permita que A Coruña pueda ser sede mundialista y acaparar los focos del planeta fútbol en 2030.

En el baloncesto, el Leyma Coruña confirmó su crecimiento deportivo y social, consolidándose como uno de los referentes del deporte profesional en la ciudad, con una conexión cada vez más fuerte con su público y una estructura que invita al optimismo. La decepción del descenso de ACB se neutralizó en tiempo record con un ilusionante proyecto que disfrutamos cada semana y que devuelve el sueño de retorno la segunda mejor liga del mundo. La mudanza al Coliseum ha sido la clave para que el Leyma haya experimentado un crecimiento exponencial en su masa social. No muy lejos de allí Maristas, en la Liga Femenina 2 de baloncesto, completó una temporada de crecimiento y consolidación, demostrando que con trabajo y estructura es posible competir a buen nivel y seguir ampliando la base social del baloncesto femenino en la ciudad. En 2025 se quedaron a diez minutos del ascenso y en 2026 anuncian otro año de lucha por subir un peldaño .

El hockey sobre patines volvió a ser una de las grandes banderas del deporte coruñés gracias al Liceo, que firmó un 2025 de alto nivel competitivo y mantuvo a la ciudad en la élite nacional e internacional. Su regularidad y ambición reafirmaron a A Coruña como una plaza histórica de este deporte, capaz de competir con los grandes y seguir generando identidad y orgullo colectivo. A su lado el proyecto femenino del Marineda y los masculinos en división de plata de Dominicos y Compañía de María demustran buena salud y garantizan salidas para una ingente cantera coruñesa. No todo ha sido bueno en este año. Desgraciadamente el último día del año nos deja el adiós al proyecto de HC Coruña en la máxima categoría del hockey patines. La zozobra constante experimentada durante los últimos meses ha desembocado en la retirada de la competición y el final de un club que surgió con la mejor de las intenciones pero que acabó desangrado por los intereses personales.

Este 2025 que se va será un año recordado en el OAR de balonmano. Hubo que esperar 17 años para vovler a ver a los aoristas en la División de Plata, una categoría donde, lejos de ejercer de cenicientas, esán cuajando una temporada excelente, haciendo soñar a la ciudad con conseguir una plata en la élite.

Este 2025 también es una año de transiciones, con Zalaeta y CRAT abanderando esos proceso. En el voleibol, las de Jorge Barrero certificaron su permanencia en la segunda categoría e iniciaron una nueva temporada marcada por el relevo generacional en el plantel. Hasta la fecha el equipo, condiconado por la falta del músculo econóico de sus competidoras, se mueve más cerca de la zona de honor que de la de peligro. En rugby 2025 nos dejó la resurrección del CRAT tras una remontada de película que permitió mantenerse en la máxima categoría. Para 2026 se vuelven a anunciar emociones fuertes. Seguro que el nuevo año nos dejará otra demostración de carácter competitivo de un equipo que ha hech otocar la gloria en varias ocasiones al deporte coruñés.

A todos ellos, incluso a los que no se ven reflejados en este breve resumen del año, gracias por lo que nos habéis hecho sentir durante 2025. Os deseamos un 2026 lleno de esos éxitos que os merecéis con el trabajo e ilusión que mostrais en cada competición.