La descontaminación de metales pesados, el impacto de las granjas intensivas de porcino y el Mar Menor son los principales retos medioambientales de la Región de Murcia

Murcia

El 5 de junio se celebra del Día Mundial del Medioambiente y desde Ecologistas en Acción se pone el acento en que estamos en una de las "peores legislaturas ambientales" ya que son muchos los frentes abiertos y sobre los que no se actúa, según denuncia Pedro Luengo, portavoz de este colectivo en la Región de Murcia.

Luengo considera que la administración debe trabajar en planificar y aplicar medidas correctoras para mejorar la situación ambiental de nuestra comunidad autónoma.

En este sentido, critica que todavía no se haya avanzado nada en los últimos 25 años en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de El Valle-Carrascoy, un entorno que sufre la amenaza de la proximidad del casco urbano de la ciudad de Murcia. También critica que no se esté trabajando en el diseño de planes de protección de especies amenazadas, como las aves esteparias.

La contaminación por metales pesados en la Sierra Minera es otro de los aspectos a tener en cuenta. Lamenta que los altos costes económicos estén haciendo que ni las empresas que explotaron las minas ni la administración estén ejecutando los trabajos de sellado ni de descontaminación de esos residuos mineros.

Pedro Luengo no se olvida del Mar Menor y critica que aunque se conocen las medidas que hay que adoptar para su recuperación ambiental "hay una falta de voluntad de aplicar las soluciones". Insiste en que la agricultura es el principal factor contaminante de la laguna con los nitratos procedentes de los fertilizantes por lo que proponen la limitación de estos y del regadío en el Campo de Cartagena. También considera urgente la puesta en marcha de estructuras vegetales en la zona ribereña que absorban los nitratos y eviten que estos lleguen al Mar Menor.

Ecologistas en Acción también pone el foco en las explotaciones ganaderas como las granjas porcinas intensivas por la generación de purines y la alta demanda de recursos hídricos. En este sentido, la apuesta pasa por una ganadería más extensiva y tradicional con el objetivo de ser más sostenible desde el punto de vista medioambiental.