Elefantes deja su huella en el Fuerte de Navidad

Cartagena

Después de 3 años desde la última edición, la noche del viernes 17 de junio marcó el punto de partida, con renovados bríos, de uno de los festivales más selectos y cuidados de la Región de Murcia, el que cada verano (a excepción de los años de la pandemia) tiene como escenario la azotea del Fuerte de Navidad, una de las joyas monumentales de Cartagena que da la bienvenida al visitante que llega a la ciudad por vía marítima, ya que se ubica junto a uno de los faros de la bocana del puerto.

La banda elegida para retomar la actividad de este cuidado y coqueto festival de pequeño formato (con un aforo de unos centenares de asistentes) fue Elefantes, un cuarteto barcelonés que a lo largo de una sólida trayectoria de casi tres décadas cuenta con un público fiel que se sabe las letras de sus canciones.

Repertorio infalible

A lo largo de su actuación, la banda integrada por Shuarma, Jordi Ramiro, Julio Cascán y Hugo Toscano repasó sus emblemáticas canciones. “Que yo no lo sabía”, “Cada vez”, “Isabel”, “Se me va”, “Azul”, “Duele”, “Que todo el mundo sepa que te quiero” y la composición de José Luis Perales “Te quiero” fueron coreadas por un público feliz y entregado durante dos horas.

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Los asistentes tuvieron el privilegio de contemplar la interpretación por primera vez en directo de “Mañana”, el último adelanto de su nuevo álbum, que verá la luz en octubre, además de otro avance de dicho disco, “Deja el aire correr”. En ambas composiciones apuestan por un pop lleno de fuerza, puro sello Elefantes, con letras que pellizcan el alma.

A lo largo de la velada la banda dio muestras de que estaban disfrutando una experiencia de cercanía con su público, tan distinta a esos grandes festivales con miles de personas en explanadas acribilladas por el sol. Y para tomar el relevo a su legión de seguidores, la presencia de Jorge, un simpático espectador de solo 11 meses a quien dedicaron uno de sus temas.

Un festival distinto

En tiempos en los que han vuelto con fuerza los festivales masivos, con asistencia de varias decenas de miles de espectadores, reconforta saber que en Cartagena quedan dos de los festivales (Las noches del Fuerte y La Mar de Músicas) donde se cuida al público y la música lo preside todo, contemplada en condiciones de confort, sentados, con buena visibilidad y sonido perfecto, en contraposición a otros lugares donde la música es solo la excusa para el cerveceo y para ver a grupos a decenas de metros de distancia, por lejanas pantallas, en experiencias que no terminan de satisfacer a quienes, de verdad, acuden a la llamada de la música.

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Desde la llegada al recinto, a bordo del barco de Puerto de Culturas (la sociedad dependiente del Ayuntamiento que gestiona los museos de la ciudad) con recorrido turístico por el litoral cartagenero hasta el regreso contemplando la fachada marítima de la ciudad bajo la luz de la luna, se suceden experiencias que hacen de este festival algo distinto e inolvidable, incluyendo detalles como incluir en la entrada una bebida y una tapa, que en esta ocasión estuvo servida por Casa Tomás.

Y la próxima cita, el viernes 1 de julio, con Raimundo Amador, un flamenco virtuoso de la guitarra eléctrica, discípulo y seguidor de la estela que dejara uno de los más grandes músicos del blues que ha dado la historia: el fallecido B.B. King. Raimundo llegará a Cartagena con su banda al completo en lo que se adivina una experiencia que no olvidarán sus seguidores.