Las excavaciones en la Cueva Negra sacan a la luz los restos más antiguos de actividad de homínidos en Europa
Entre los restos localizados se encuentran numerosos utensilios tallados en piedra y restos de fauna muy variada, como los fragmentos de una cornamenta de megaloceros y huesos de bisontes, rinocerontes, hienas, caballos o tortugas
Yecla
La campaña de excavación llevada a cabo desde el pasado día 3 y hasta el 21 de julio en el yacimiento prehistórico de la Cueva Negra de La Encarnación de Caravaca de la Cruz por parte de expertos y científicos llegados de distintos países ha continuado arrojando importantes hallazgos sobre el modo de vida de los primeros europeos. Los trabajos se han centrado fundamentalmente en la capa situada junto a la roca madre, mostrando las primeras evidencias de ocupación humana de la cueva hace unos 900.000 años.
El alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García, y el arqueólogo y codirector de la excavación, Mariano López, han hecho hoy balance de los resultados de la excavación, que ha podido retomarse tras dos años de obligada pausa por la pandemia de la Covid-19. A pie de yacimiento, han mostrado algunos de los numerosos hallazgos localizados, que se corresponden con restos de fauna variada, en su mayoría de especies extintas, así como con utensilios fabricados por el hombre hace cerca de un millón de años.
José Francisco García ha subrayado “la categoría internacional de este yacimiento, una auténtica joya del municipio que atrae la atención del mundo científico, ya que no deja sorprender con valiosa información sobre el origen del ser humano y su evolución”. El alcalde ha tenido palabras de agradecimiento para todo el equipo de trabajo desplazado al yacimiento y “de forma muy particular para el profesor Michael Walker, que durante treinta años ha estudiado el lugar, estando al frente de las campañas de excavación, y que actualmente atraviesa problemas de salud que le obligaron hace escasos días a ausentarse de la cueva para recibir la atención hospitalaria”.
Entre los restos localizados por el equipo de la 31 Campaña de Excavaciones Paleoantropológicas y Arqueológicas, se encuentran restos fauna muy variada, como los fragmentos de una cornamenta de Megaloceros novacarthaginiensis (cérvido de gran tamaño, similar al alce), además de huesos de bisontes, rinocerontes, hienas, caballos y tortugas. A esto se añaden los hallazgos relacionados con la industria lítica. “Es precisamente la presencia de estos utensilios fabricados en sílex, así como los restos faunísticos en los que se observan claramente las marcas de corte, lo que indica que fueron consumidos por homínidos y esto atestigua la presencia humana en los niveles más antiguos de Cueva Negra”, ha destacado Mariano López, quien también ha aseverado que la gama de técnicas de talla de la piedra, junto con el dominio del fuego y el aprovechamiento de recursos minerales y biológicos presentes en el Alto Quípar y Rambla de Tarragoya, ofrecen una visión importante sobre la destreza manual, la aptitud técnica y sobre todo, la versatilidad cognitiva de los habitantes de este yacimiento hace casi un millón de años.
El arqueólogo codirector de la excavación ha continuado explicado “en estos niveles más profundos de excavación hemos podido confirmar lo que ya sospechábamos tras la campaña de 2019 y es que, al menos en los últimos momentos de ocupación documentados en la cueva, esta fue frecuentada tanto por homínidos como por hienas, alternándose en el registro fósil las huellas de las actividades de estas dos especies”.
Las excavaciones realizadas en los últimos treinta años han aportado valiosa información sobre los primeros homínidos. La cueva fue frecuentada por seres humanos que dejaron huella de su presencia en forma de restos del fuego y un hacha de mano, siendo ambos los más antiguos de Europa. Este yacimiento del Paleolítico tiene entre 900.000 y 800.000 años de antigüedad, que corresponde al final del Pleistoceno Antiguo (o Inferior).
Los seres humanos antiguos probablemente pertenecieron a la especie extinta del Homo heidelbergensis que habitaba Europa hace entre 900.000 y 150.000 años en el Pleistoceno y fue especie ancestral del ‘Hombre de Neandertal’ u ‘Homo neanderthalensis’ que vivió entre 150.000 y 40.000 años en Europa. Hasta la excavación de la Cueva Negra no habían sido hallados en Europa ni restos del fuego ni tampoco un conjunto paleolítico con un hacha de mano “achelense” en sedimentos del Pleistoceno Antiguo. Por otra parte, el conjunto de elementos paleolíticos de sílex, caliza y cuarcita se da en todas las capas excavadas de los sedimentos, que alcanzan 5 metros de profundidad. Estos ofrecen una amplia gama de formas que reflejan diferentes técnicas de la talla practicada en la cueva.