José Mercé y Reyes Carrasco llevaron el flamenco puro a la 'Catedral del Cante' de La Unión
Lo hicieron con tres horas de música en directo a ritmo de palmas y toque de guitarra
Cartagena
Volver a La Unión siempre es especial para José Mercé. Aquí fluye en su espectáculo más flamenco, donde “el público manda”; pide, y él concede. Siente esta tierra como estar en casa y eso se ha plasmado en su vuelta a las tablas de la ‘Catedral del Cante’, con un concierto inmenso de uno de los más grandes del flamenco, según fuentes del Festival.
Comenzó con taranto y el ritmo fue apoderándose de Mercé, haciendo un viaje a La Caleta e invitando a su mujer a que le acompañara con las palmas en el escenario. A ellos se sumaron a ritmo de alegrías Luki Losada al cajón, Antonio Higuero a la guitarra y Pablo Oliva, Chicharo y Merce García a las palmas y coros.
Entre cantes, Mercé bailó en el escenario y sonó su quejío com frases a capella que hacían un guiño a la tierra donde se encontraba: “Que dicen los mineros / que suban los jornales / que ganan poco dinero”. Con las manos en alto, haciendo caso omiso a lo que digan de él, prometió al cielo y a su hijo Curro, que seguirá cantando. Aún hay mucho Mercé que disfrutar.
La Casa del Piñón de La Unión aglutinó los eventos de la Agenda Cultural del Festival Internacional del Cante de las Minas centrados en el arte del trovo. En primer lugar, con la presentación del libro ‘Ángel Cegarra Olmos ‘Conejo II’: Una vida dedicada al trovo’, a cargo de su nieto Juan Manuel Cegarra ‘Conejo IV’, en la que se recordó a este referente del arte de la repentización y de la identidad cultural de la zona. El libro hace un recorrido de los recuerdos de su familia y del cariño de su abuelo, considerado uno de los más grandes troveros de la Región de Murcia. Muy emocionado y movido por los sentimientos, Juan Manuel Cegarra dedicó unos versos a la memoria de su abuelo.
Se rindió homenaje a otro gran trovero: Ángel Roca, que falleció a principios de año, “una persona que nació para llegar al corazón de todos”, en palabras de Pedro López, presidente de la Fundación Cante de las Minas, que apuntó que ese acto “se lo hace de corazón el pueblo de La Unión”. Sobre el escenario la cantaora Isabel Nicolás interpretó una copla compuesta por el propio Ángel Roca y que abrió el Festival Internacional del Cante de las Minas en el año 2008, en recuerdo a Pencho Cros y Asensio Sáez. “Se merece este homenaje y muchos más”, dijo. Por su parte, su hija Lola Roca recordó el amor que sentía su padre por Cartagena y La Unión, localidades que protagonizaron gran cantidad de los versos del trovero y que quedaron inmortalizados en los numerosos libros que publicó el trovero.
El último acto dedicado al trovo fue la conferencia dedicada a la figura de Miguel Luengo López, en la que su hijo, Ginés Luengo, recordó el “talento y talante” de su padre, su “mayor confidente”. Francisco Bastida y José Sánchez Conesa continuaron con la velada, analizando cómo Miguel Luengo construía minuciosamente esos versos marcados por un estilo reconocible y único, porque “los trovos son artesanía poética”. Las coplas de Luengo se caracterizaban por un elegante y elocuente sentido del humor, componiendo el retrato, siempre desde la simpatía, de las escenas y sucesos cotidianos de su entorno.