Naufragios, hundimientos y rescates: otra forma diferente de conocer Cabo de Palos

Murcia

El Cabo de Palos lleva siglos y siglos siendo testigo de cómo ha evolucionado la navegación humana: desde las primeras y rudimentarias embarcaciones que hicieron de los fenicios los dominadores del Mediterráneo, a las grandes embarcaciones españolas, francesas o inglesas, los grandes buques de pasajeros o los más actuales submarinos. Junto a todos ellos ha vivido episodios de naufragios, hundimientos y, también, de rescates.

A través de su libro 'Naufragios del Cabo de Palos', Jorge Bañón Verdú repasa algunos de los episodios más conocidos y, también, otros más sorprendentes e insólitos. A lo largo de sus narraciones asistimos a actos de piratería, a grandes combates navales, al tráfico de seres humanos, a espeluznantes tormentas y a sucesos que, aún hoy, siguen envueltos en el misterio. "Cabo de Palos es un lugar propicio para el turismo, pero también está rodeado de tragedia", nos ha contado Bañón.

Así, de la mano de Jorge Bañón, descubrimos qué papel jugó esta parte del litoral cartagenero en la primera misión ultramar de una escuadra de Estados Unidos, o cómo, aunque es de sobra célebre el episodio del Sirio, es posible rastrear otro naufragio muy parecido varias décadas antes, el del Nord America. También bucea en el misterio o en las causas de algunos hundimientos que siguen envueltos en el misterio, como el SS Nitza o el SS Kasenga.

Pero, al mismo tiempo, como parte de esas historias también surgen la de los rescates y la solidaridad de los pobladores de Cabo de Palos y Cartagena, la de su esfuerzo por recuperar a posibles supervivientes y ayudar a las embarcaciones en problemas. De hecho, llegó a existir una Estación de Salvamento de Náufragos en esta zona. Es esto lo que lleva a Bañón que "Cabo de Palos es la zona que tiene más héroes por metro cuadrado".

Este recorrido que comienza con los naufragios olvidados por la historia, aquellos de los que no quedó constancia, acaba, oficialmente, con el naufragio del Isla de la Gomera, pero advierte Bañón que "el mar siempre es un riesgo".